Fondo Segunda
·3 de noviembre de 2025
El Mirandés podría convertirse en canalleta

In partnership with
Yahoo sportsFondo Segunda
·3 de noviembre de 2025

Hay momentos en la vida de un club en los que el tiempo parece detenerse. Silencios que pesan. Decisiones que arden. Y una afición que mira expectante hacia un despacho donde se define algo más que un nombre. Se define un rumbo. El CD Mirandés continúa sin anunciar a su nuevo entrenador, tras la destitución de Fran Justo. Y la sensación es de tensa calma. El reloj avanza, la afición espera y la temporada no concederá una segunda oportunidad si el club se equivoca.
La primera lluvia de candidatos cayó con fuerza. Técnicos nacionales, perfiles de cantera, apuestas de futuro y entrenadores con experiencia en la categoría. Pero con el paso de las horas, algunos nombres se han caído, otros se han enfriado y uno comienza a iluminarse con fuerza propia: Rubén Albés.
La información, adelantada por el periodista especializado Ángel García, apunta a que el club jabato mantiene conversaciones con el técnico gallego para que asuma el mando.
Si hay un entrenador que entiende el arte de transformar sensaciones, ese es Rubén Albés (40 años). Su paso más recordado en LaLiga Hypermotion llegó con el Albacete en la temporada 2022/23, donde firmó un curso memorable, clasificando a un recién ascendido para el playoff de ascenso. Lo hizo con una propuesta valiente, alegre y convincente. Un fútbol de ritmo alto, presión orientada y confianza absoluta en el talento joven. El Belmonte sonrió con él. Y no por casualidad.
También dejó una huella singular en Lugo, donde, pese a las limitaciones, construyó un equipo reconocible y competitivo. Albés ha demostrado capacidad para dar identidad, generar clima positivo y elevar el rendimiento de plantillas sin nombres rimbombantes, pero con hambre. Si hay un club moldeable para ello, ese es el Mirandés.
El Mirandés es un club que convive con la reinvención permanente. Cada verano reconstruye plantel, apuesta por cesiones, talento joven y jugadores por descubrir. Para sobrevivir —y competir— en una categoría despiadada, necesita un entrenador capaz de sacar brillo donde otros solo ven incertidumbre.
La salida de Fran Justo dejó al equipo sin brújula ni resultados. La media de puntos no acompañaba y la sensación era de proyecto que no terminaba de arrancar. El conjunto jabato se encontraba entre los equipos con menor producción ofensiva de la categoría, promediando solo 1 gol por partido y con dificultades para generar más de 8-9 remates por encuentro. El diagnóstico era evidente. Hacía falta un técnico con ideas, personalidad y aire fresco.

Albés encaja en ese patrón. Juventud, hambre, atrevimiento y conocimiento de la categoría. Y un rasgo más, casi espiritual: mejora a los jugadores que dirige, los hace creer.
Si finalmente cristaliza la negociación, el Mirandés encontraría en Albés un perfil alineado a su ADN:
No sería solo un entrenador. Sería una idea, una propuesta, una intención clara de competir con valentía. Y esa declaración sería recibida con ilusión por el aficionado rojillo.
La afición jabata observa con paciencia, pero también con inquietud. Cada día sin técnico es un día sin plan. Sin liderazgo y sin voz que marque el camino. Pero si la espera conduce a una elección sólida, valdrá la pena.
A veces, elegir rápido es peor que elegir tarde. Y si el Mirandés apuesta por Rubén Albés, no estará fichando únicamente un entrenador. Estará apostando por una forma de sentir el fútbol. El silencio está a punto de romperse. Y si el nombre que emerge es el del técnico gallego, el eco puede traer algo más que esperanza. Puede traer un nuevo comienzo.









































