El muro del Real Madrid da un giro de 180 grados por culpa de las lesiones | OneFootball

El Real Madrid presumía hace varios años de tener la mejor defensa de Europa, y razones tenía para ello: el inicio de la temporada 2023-2024 hacía presagiar varios años de poderío en la zaga, pero nadie podía imaginar lo que iba a suceder en las dos siguientes temporadas, provocando un cambio total que parece estar arreglándose con la llega de Xabi Alonso y los nuevos fichajes.

Las lesiones destrozan la defensa

Esa temporada, la 23-24, Carlo Ancelotti apostó a por Militao y Alaba como centrales titulares. En el banquillo, quedaban Ruddiger y un Nacho que venía de hacer su mejor año como futbolista blanco. Por la derecha, Carvajal, también en su mejor momento de su carrera (tras esa primera temporada, fue candidato al balón de oro), y un Mendy en plena forma, aportando lo justo en ataque, pero siendo una muralla en la banda izquierda.

Todo comenzó a torcerse con la primera lesión, al inicio de esa temporada, cuando Militao se rompió la rodilla izquierda, una baja que se podía solventar sin mayores problemas con la entrada de Rudiger, aunque dejaba solo a un suplente como era Nacho. Los problemas serios llegaron en el mes de diciembre, cuando Alaba también se rompió su rodilla izquierda. Ya solo quedaban dos, el alemán y Nacho. Sin embargo, el capitán del Real Madrid, que, como decimos, venía de su mejor año, pareció pesarle la capitanía y la responsabilidad, y aunque su compromiso y dedicación fue excelente, su rendimiento provocó con Ancelotti pusiera a Tchouaméni de central. Esa temporada, la fortaleza de Mendy y Carvajal salvaron los muebles, el equipo ganó Liga y Champions, y esos triunfos eclipsaron un problema que fueron a más el siguiente año.

Mala planificación del Real Madrid

Para la temporada pasada, el error lo cometieron en las oficinas blancas: convencidos de las recuperaciones de Alaba y Militao, el equipo no se reforzó pese a la salida de Nacho. Militao, que comenzó la temporada muy bien, volvió a romperse, esta vez la rodilla derecha, y Alaba, que volvió en enero de este 2025, no ha sido capaz de recuperar un estado de forma que le permita ser competitivo. Además, Carvajal también se rompió la rodilla y Mendy entró en una espiral de lesiones de la que aún no ha salido. El desbarajuste del equipo fue importante: Tchouaméni volviendo a ser central, pero sin el apoyo de dos laterales, tuvo muy mal rendimiento, hasta que se asentó Asencio. Lucas Vázquez demostró que ya no estaba para jugar en el Real Madrid y Fran García, no daba la talla en el lateral izquierdo.

Valverde jugó muchos partidos de lateral derecho, pero el equipo perdía demasiado sin él en el centro del campo, (que había quedado muy mermado por las lesiones y por el adiós de Kroos). Camavinga también jugó de lateral izquierdo, pero tampoco tuvo su año con las lesiones. Y mientras tanto, el club no quiso gastar ni en euro en un central ni en un lateral derecho, y al final de año, se vio que el equipo no tenía nada para competir.

Cambio radical en el Real Madrid

Aunque el centro del campo no se ha reforzado, la defensa ha cambiado por completo, y seguirá cambiando el próximo año. Carvajal está de vuelta, pero ahora el recambio es otro de los mejores laterales derechos del mundo, Alexander-Arnold. Fran García ha mejorado con Xabi Alonso en una banda izquierda dominada por Álvaro Carreras, una de las grandes sensaciones desde su llegada. La pareja de centrales, Huijsen y un renacido Militao, con Asencio como tercera espada, junto con Rudiger (ahora lesionado), y con Alaba que va a asomando la cabeza después de su calvario. Y para el próximo año, habrá más refuerzos, Konaté o Upamecano (del Liverpool y Bayern), o los dos, porque ambos terminan contrato este verano, al igual que Rudiger y Alaba, que se marcharán cuando concluya la temporada.

La defensa del Real Madrid ha cambiado en dos años, mucho más de los esperado, por culpa de las lesiones. Parece que van encontrando el camino, los números así lo dicen en este comienzo de año, porque tan importante es dominar en ataque, como dominar en defensa.