
La Galerna
·6 de julio de 2025
El nuevo "Madrid de los García" se asoma a la gloria

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·6 de julio de 2025
Buenos días, amigos. Lo novedoso del torneo y las fechas en las que tiene lugar nos inducen subliminalmente a un análisis desde el prisma exclusivo del futuro próximo, como si estuviésemos en pretemporada. Así, somos injustos con el hoy. El hoy es que el Madrid está en semifinales del Mundial de Clubes.
Como aún nos falta perspectiva histórica para calibrar la importancia de la competición, puede que no tengamos una idea cabal de la grandeza que en sí mismo tiene este éxito, cosechado a lomos de un fútbol muy convincente cuyo nuevo paradigma ha sido implementado en tiempo récord por un nuevo técnico. Ojalá se pueda rematar el día 13 con un éxito completo, es decir, levantando el trofeo.
Antes, el día 9, queda el tour de force de esta singladura apasionante: el vigente (y brillante) campeón de Europa, el PSG. Así nos lo recuerda Marca, sin darnos un segundo para saborear la victoria en un partido frente al Dortmund que parecía no tener historia hasta que en los últimos minutos, de sopetón, concitó tomos y tomos de Yuval Noah Harari.
Como bien señala Marca, el Madrid ganaba 2-0 en el minuto 20 y lo tenía todo perfectamente controlado. Es legítimo empezar por criticar lo negativo, a saber, la inexplicable bisoñez de Rüdiger en un rechace que nos complicó la vida encajando un 2-1 absolutamente evitable. Ahí se produjo el grandioso golazo de Mbappé que Marca trae a portada, el 3-1 que parecía sentenciar la cosa, abortando sustos.
Pero los sustos siguieron a raíz de la bisoñez de Huijsen (esta vez comprensible debido a su edad). Si el error de Rüdiger era grave porque comprometía el triunfo en este partido, el del central español, que pese a esto está deslumbrando en el torneo, lo es porque compromete las semifinales: por un fallo garrafal de Dean, que se hizo expulsar cometiendo un penalti innecesario, no podremos contar ante el PSG con el concurso de un hombre fundamental en la construcción de las jugadas desde campo propio. El fallo de Dean nos duele porque nos priva de él. Hay errores que retratan excelencias.
Sería muy injusto, no obstante, no señalar lo positivo, que fue más y que ilusiona, o que “enciende”, por usar el verbo que el propio Xabi acuñó en su presentación con gran eficacia comunicadora. Lo positivo, en primer lugar, es el resultado. Ese 3-2 accidentado encierra gloria. La senda de este nuevo Madrid en un torneo que está siendo un éxito representa otro éxito en sí mismo.
As se centra en uno de ellos: el éxito de la Fábrica, o sea, de la cantera blanca, representada por Gonzalo y Fran, autores de los dos primeros goles, ambos españolísimamente apellidados García. ¿Alguien ha hecho ya la gracia del retorno del “Madrid de los García”? Estos dos jóvenes aglutinan gran parte de aquel espíritu artesanal de esa generación de aguerridos vikingos ochenteros que por poco desafían la lógica ganando la que en 1981 habría sido la Séptima. Por la calidad de sus compañeros, sin embargo, estos Garcías apuntan más alto que aquellos. Apuntan a la gloria.
Más buenas noticias:
-El golazo de Mbappé lo sitúa en la mejor disposición para dar lo mejor de sí en un partido de altísimo voltaje competitivo y emocional: el duelo ante su exequipo en la semifinal de un Mundial. Su golazo fue dedicado marcando con los dedos un número 20 que después, en redes sociales, confirmó lo que parecía ser: un homenaje a Diogo Jota. Todos los equipos que quedan en competición quieren ganar el título en memoria del malogrado futbolista portugués, cuya inesperada muerte ha supuesto una conmoción terrible en el mundo del fútbol.
-Hay futbolistas en estado de gracia. Tchouaméni (uno de los sobresalientes en las notas del partido por parte de Gutiérrez de Panga) está intratable.
-Güler ha agarrado la velocidad de crucero destinada a llenar las botas de Luka Modric, nada más y nada menos. Su asistencia en el gol de Gonzalo fue “un caramelo”, como reconoció el propio delantero madrileño.
-Trent engalanó sus cifras con una nueva asistencia, que propició el gol de Fran. Va mostrando poco a poco su indiscutible calidad. Ayer lo hizo en un partido inmanejable desde el punto de vista psicológico, con la noticia del adiós de su gran amigo Diogo aún caliente. Ayudemos a Trent.
El Madrid se encuentra a dos pasos de volver a hacernos abrazar la gloria. La ilusión ha vuelto.
Os dejamos con la prensa cataculé, que ya no sabe cómo disimular su inquietud por lo que puede pasar en el Mundial a punta de minimizar el espacio dedicado a la competición. Pobrecitos.
Pasad un buen día.
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