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·7 de octubre de 2025
El penal fallado por Omar Bravo en Alemania 2006

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El Mundial de Alemania 2006 representó un capítulo inolvidable para la Selección Mexicana, con Ricardo La Volpe al mando y un plantel lleno de talento que soñaba con romper la barrera de octavos de final. Entre los rostros más conocidos de ese torneo destacaba Omar Bravo, el delantero de Chivas que llegó como verdugo de Irán con un doblete en el debut 3-1.
Sin embargo, su participación se tiñó de controversia en el duelo ante Portugal, un partido que encapsula las luces y sombras del fútbol mexicano en la máxima cita mundialista. México, ya clasificado a la siguiente ronda tras el empate 0-0 con Angola, enfrentó a los lusitanos en Gelsenkirchen con la ilusión de cerrar invicto el Grupo D.
Con el partido cuesta arriba aoareció un penal a favor del Tri al 63' que representaba el posible empate parcial, donde Bravo asumió la responsabilidad como el ejecutor habitual en prácticas. El cobro de Bravo se convirtió en un instante eterno de frustración: con el arco a su merced, el sinaloense disparó con potencia excesiva al centro superior, enviando el balón a las nubes sobre la portería de Ricardo.
La falla desató la ira de la banca mexicana y el llanto del propio Bravo, quien cayó de rodillas en el césped. Portugal capitalizó el error al 79' con el 2-1 sellando la derrota y costándole a México el primer lugar del grupo. Este penal fallado no solo alteró el momentum del partido, sino que eclipsó el doblete inicial de Bravo, convirtiéndolo en el villano involuntario de una eliminación que vendría días después ante Argentina.
La afición mexicana revivió el momento en redes sociales luego de que el exdelantero fue arrestado en Zapopan, Jalisco, por presunto abuso sexual infantil agravado contra una menor de 11 años en 2019, según la Fiscalía estatal. Acusado de tocamientos, proposiciones y amenazas, Bravo enfrenta prisión preventiva en Puente Grande, con una audiencia el 10 de octubre.
Esta grave imputación, que podría conllevar hasta 20 años de cárcel, contrasta brutalmente con su legado como ídolo del Rebaño Sagrado, máximo goleador rojiblanco y campeón de Liga en Apertura 2006. El impacto de este penal fallado por Omar Bravo en Alemania 2006, ahora empañado por su situación legal, subraya la dualidad de las figuras deportivas.