El Tabloide Inglés
·12 de octubre de 2025
El precio del éxito: el Mundial de Clubes y la creciente ola de lesiones en el fútbol europeo

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·12 de octubre de 2025
A poco más de tres meses del título mundial logrado en Estados Unidos, el Chelsea enfrenta una crisis de lesiones que reabre el debate sobre el impacto del nuevo formato del Mundial de Clubes. ¿Es el éxito internacional un costo demasiado alto para la salud de los jugadores?
El verano fue glorioso para el Chelsea. Con autoridad, los londinenses se coronaron campeones del Mundial de Clubes tras vencer 3-0 al Paris Saint-Germain en la final disputada en suelo estadounidense. Sin embargo, la resaca del triunfo no tardó en llegar. Hoy, el equipo dirigido por Enzo Maresca enfrenta una lista de lesionados que preocupa tanto a los hinchas como a los expertos, y que abre un debate mayor: ¿está el nuevo Mundial de Clubes pasando factura a los jugadores?
Cole Palmer, figura indiscutible en el torneo con tres goles y dos asistencias, estará de baja hasta noviembre por un problema en la ingle. Levi Colwill, titular en cinco de los siete encuentros disputados en verano, sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior en el primer entrenamiento de pretemporada. Liam Delap, uno de los refuerzos más prometedores, también cayó con una lesión en el tendón de la corva. A ellos se suman Darío Essugo, Andrey Santos, Tosin Adarabioyo y un Reece James que debió abandonar la concentración inglesa por molestias físicas.
Y el cuadro londinense no es el único afectado. El PSG, subcampeón del torneo, atraviesa un panorama similar: Marquinhos, Dembélé, Kvaratskhelia y el joven Desire Doué integran su lista de bajas. Las palabras de Maresca, antes del reciente triunfo 2-1 sobre Liverpool, no dejaron dudas: “Si el PSG y el Chelsea tienen tantas lesiones, probablemente sea consecuencia del Mundial de Clubes. Pero no es un hecho al 100%”, reconoció con cautela.
Según datos del portal Premier Injuries, tanto el Chelsea como el Manchester City —que también disputó el certamen— han registrado un ligero aumento en las lesiones durante las primeras seis fechas de la Premier League. Aunque el incremento no es alarmante en términos globales, hay un dato que sobresale: las lesiones de tejidos blandos en el Chelsea se han triplicado respecto a las tres temporadas anteriores. Distensiones, desgarros y sobrecargas musculares se repiten con preocupante frecuencia.
Ben Dinnery, analista de lesiones y fundador de Premier Injuries, explica que “no existe una única causa. Es multifactorial; si fuera tan simple de resolver, los clubes ya lo habrían hecho”. La novedad del formato —disputado por primera vez en verano, con 32 equipos y un calendario apretado— impide sacar conclusiones definitivas. Sin embargo, la coincidencia de tantos casos tras el torneo ha encendido las alarmas.
Para Robin Thorpe, exdirector de rendimiento del Grupo Red Bull y consultor de varios clubes en Europa y Estados Unidos, el problema es estructural: “Nos encontramos ante una situación sin precedentes. Los jugadores de élite compiten en cuatro o cinco torneos al año, sin tiempo suficiente para descansar ni prepararse. Hay que replantear la gestión de las plantillas y cambiar la mentalidad sobre la rotación de jugadores”.
Thorpe sostiene que los clubes deben ir más allá de las métricas tradicionales —minutos jugados, kilómetros recorridos— y enfocarse en cómo responde cada jugador al esfuerzo. “No se trata solo de evitar lesiones, sino de maximizar el rendimiento humano. Algunos jugadores pueden mantener el ritmo; otros necesitan intervenciones a tiempo. Esa será la diferencia entre competir y sobrevivir”.
La falta de descanso es otro punto crítico. Un informe reciente de FIFPro reveló que ninguno de los equipos que participaron en el Mundial de Clubes cumplió con los 28 días mínimos de descanso recomendados entre temporadas. Tampoco alcanzaron los 28 días de pretemporada ideales para una correcta preparación.
“Los jugadores necesitan recargar varias baterías: física, cognitiva y emocional”, explica Thorpe. “Sin ese tiempo, las posibilidades de lesión aumentan. El Mundial de Clubes interrumpe ese ciclo natural de recuperación”.
A pesar de la evidencia y las voces de advertencia, la FIFA no parece dispuesta a reducir el calendario. Por el contrario, planea ampliar el torneo e incluso aumentar su frecuencia. La pregunta es cómo se adaptarán los clubes a un entorno cada vez más exigente, donde la línea entre el éxito deportivo y el desgaste físico se vuelve más delgada.
El Chelsea, por su parte, no reniega del torneo que le dejó cerca de 115 millones de dólares en ganancias. “Sin duda queremos estar allí el próximo año”, aseguró Maresca. “Pero se trata de gestionar la situación”.
Gestionar, en este contexto, puede significar mucho más que ganar partidos: puede ser la diferencia entre levantar trofeos o perder jugadores. El nuevo Mundial de Clubes promete espectáculo y ganancias, pero también ha dejado una lección clara: en el fútbol moderno, el éxito tiene un precio, y a veces se paga con el cuerpo.