El Racing se despide y sueña a la vez | OneFootball

Hay gestos que pesan más que mil comunicados. Tras el duelo de Copa del Rey ante el Villarreal, el césped de El Sardinero fue testigo de una escena cargada de simbolismo: los jugadores del Racing de Santander mantearon a Jeremy Arévalo. No fue una celebración cualquiera. Según informó el periodista Ángel García Muñiz, aquel gesto fue una despedida anticipada. El delantero racinguista estaría muy cerca de salir traspasado en el inminente mercado invernal.

En un fútbol cada vez más aséptico, la imagen fue un puñetazo emocional. Un adiós envuelto en aplausos, sonrisas contenidas y la sensación de que algo importante se cierra… para que algo nuevo pueda empezar.

Jeremy Arévalo, un valor al alza

Jeremy no es un nombre más en la plantilla del Racing. Ha sido una pieza que ha sumado desde el esfuerzo, la movilidad y la capacidad para incomodar defensas. Un futbolista que, sin hacer ruido excesivo, ha ido ganando peso competitivo y despertando interés fuera.

Su posible salida no se explica solo desde lo deportivo, sino también desde la lógica de mercado. El Racing es un club que necesita crecer con equilibrio, y vender bien es parte del camino. Si se confirma el traspaso, el club perderá a un activo valioso en el césped, pero ganará margen para reforzarse y planificar con mayor ambición el segundo tramo de la temporada.

Jeremy se va, sí. Pero deja huella. Y eso, en Segunda División, no es poco.

Decisiones que marcan proyectos

LaLiga Hypermotion no perdona la indecisión. Cada mercado invernal es una frontera: quien duda, se queda atrás; quien acierta, da un salto competitivo. La salida de Jeremy obligará al Racing a moverse con precisión, buscando un perfil que mantenga la intensidad ofensiva y el compromiso colectivo.

No es solo sustituir un nombre. Es preservar una identidad. Y ahí es donde el cuerpo técnico y la dirección deportiva se juegan buena parte del curso.

Sergio Canales y el regreso que ilusiona a todo un racinguismo

Pero si el presente trae despedidas, el futuro promete emociones aún mayores. Según la misma información de Ángel García, el Racing ya contempla el regreso de Sergio Canales el próximo verano, una vez finalice su etapa en el fútbol mexicano.

Hablar de Canales es hablar de historia, de sentimiento, de un futbolista que simboliza lo mejor de la cantera racinguista. El hijo pródigo. El talento que se marchó para conquistar el fútbol de élite y que ahora podría volver para cerrar el círculo.

Su regreso no sería solo un fichaje. Sería un mensaje al racinguismo, una declaración de intenciones. Canales representa liderazgo, calidad y una conexión emocional que ningún fichaje extranjero puede replicar.

Perder hoy para ganar mañana

El Racing se mueve entre dos tiempos. El del adiós necesario y el del regreso soñado. La posible salida de Jeremy Arévalo duele, pero responde a una lógica de crecimiento. La expectativa del retorno de Sergio Canales ilusiona, pero también exige paciencia y realismo.

La clave estará en cómo se gestione este tránsito. En no romper lo que funciona mientras se prepara un futuro con más peso específico. Porque en Segunda División no basta con soñar: hay que construir.

Cuando el fútbol también es memoria

El manteo a Jeremy fue una despedida. El nombre de Canales, un susurro que recorre El Sardinero. Entre ambos gestos se mueve hoy el Racing de Santander, un club que entiende que el fútbol no es solo presente ni solo pasado, sino el equilibrio entre lo que se va… y lo que siempre estuvo destinado a volver.