El Real Madrid que ilusionó en verano y se apagó en invierno | OneFootball

Los pupilos de Xabi Alonso han pasado de la evolución a la involución, siendo peor equipo ahora que en el Mundial de Clubes

Cuando un nuevo entrenador llega a un equipo, lo lógico es que, pasados unos meses, sus jugadores tengan una idea de juego interiorizada y su fútbol sea más vistoso y efectivo. No es el caso del Real Madrid, pues los pupilos de Xabi Alonso nada tienen que ver con aquel equipo que disputó el Mundial de Clubes.

A pesar de haber pasado tan solo un mes desde la llegada del tolosarra, el conjunto blanco mostró una idea de juego definida y unos automatismos ilusionantes para la afición. De hecho, hasta el batacazo contra el PSG en semifinales, estos ya habían dado resultados en un torneo que, hasta ese momento, estaba siendo muy positivo para los merengues.

Cayó el juego, y con él los resultados

Denis Doyle/Getty Images

Con la recuperación de efectivos, Xabi cambió el esquema nada más comenzar la temporada: del sistema con tres centrales se pasó a una línea de cuatro y tres atacantes. Aun así, aunque al principio costó, el Real Madrid fue encontrando sensaciones de forma progresiva, mostrando un juego caracterizado por la solidez defensiva y la presión alta. Los resultados fueron positivos y el conjunto blanco logró ganar 13 de los primeros 14 partidos, una racha en la que el único bache fue la dura derrota por 2-5 en el Metropolitano.

El pleno en Champions y la victoria –acompañada de una buena imagen– en El Clásico situaron a los de Xabi en la zona alta de Europa y del campeonato nacional, dando la sensación de ser un equipo ya carburado y que solo podía ir a más… hasta la caída en Anfield. El Liverpool, que venció por la mínima, supuso ser el principio del fin en cuanto a juego y resultados.

Desde entonces, el balance es de tres empates y tres derrotas en los últimos once partidos, lo que ha provocado que el Real Madrid no solo pierda la ventaja que lo mantenía como líder de LaLiga, sino que se sitúe cuatro puntos por debajo del FC Barcelona. Y lo peor no son únicamente los resultados, sino que el juego del equipo ha pasado de la evolución a la involución, empeorando con el paso de las jornadas.

En el plano individual, son muchos los jugadores que están lejos de su nivel habitual, además de mostrar una actitud que no invita al optimismo. Algunos de ellos –como Vinicius– ya han sido pitados por un Bernabéu que, partido a partido, se siente cada vez más frustrado y decepcionado por el rendimiento de un equipo que, ahora mismo, parece tener difícil solución.