El Real Madrid se deja dos puntos y el liderato en Montilivi | OneFootball

El Real Madrid ha perdido el acierto de cara a portería, y esa falta de puntería le ha costado el liderato, que vuelve a manos del Barça. Los blancos fueron incapaces de doblegar a un Girona que abrió el marcador y que incluso tuvo opciones reales de llevarse los tres puntos en Montilivi. Finalmente, un empate —el tercero consecutivo en LaLiga— que sabe a derrota para los madridistas. Rodrygo reclamó un penalti que pareció evidente, pero que ni el árbitro ni el VAR señalaron, en una noche en la que también se anularon dos tantos, uno a Mbappé y otro a Vinícius.

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Un Girona valiente y un Madrid espeso

El inicio del Madrid fue un reflejo de sus últimas actuaciones: dificultades para superar la presión alta diseñada por Míchel y muchas dudas en la salida de balón. Aun así, el Girona estuvo cerca de complicarse la vida con dos pérdidas gravísimas. Vanat regaló un balón a Mbappé que el francés mandó alto, y antes el propio Kylian había dejado solo a Güler, que también falló desde fuera del área. Tsygankov cometió otro error infantil que casi termina en gol. El Girona se salvó de milagro.

Los catalanes reaccionaron de inmediato y fue el propio Tsygankov quien probó a Courtois con una parada en dos tiempos. Ese fue solo el primer aviso. Ounahi y Vanat completaron una triple ocasión que puso en apuros a los blancos y que les obligó a despertar. Desde entonces, el choque se convirtió en un intercambio constante de golpes, aunque cada vez más inclinado hacia la portería de Gazzaniga, que firmó una intervención espectacular ante un disparo de Militao digna de repetición.

Del gol anulado al mazazo del 1-0

La polémica apareció en una acción embarullada dentro del área del Girona. Mbappé, con insistencia, logró quedarse con el balón y marcar, pero el tanto fue invalidado al considerar que el francés se lo acomodó con la mano justo antes del remate.

Ese golpe anímico se transformó en tragedia deportiva para el Madrid cuando Ounahi conectó un disparo soberbio ante el que Courtois no pudo hacer nada. Un contragolpe perfecto que adelantaba a un Girona valiente y efectivo. Con las emociones a flor de piel llegó el descanso.

Courtois sostiene al Madrid… hasta que aparece el empate

Xabi Alonso intentó dar otro aire al equipo dando entrada a Camavinga por Güler. El Madrid encerró al Girona desde la reanudación, pero no generó peligro real. Y pudo encajar el segundo si no es por otra intervención milagrosa de Courtois, que evitó el gol de Vanat con una mano salvadora.

A partir de ahí, el Madrid comenzó a encontrar espacios. A Vinícius le anularon un gol por fuera de juego, él mismo y Bellingham rozaron el empate tras un centro venenoso de Trent, y el propio Vini provocó un penalti indiscutible que Mbappé transformó para poner el 1-1.

Lejos de enfriarse el partido, el ritmo aumentó. Vitor Reis tuvo el 2-1 de cabeza, Vinícius buscó la escuadra en repetidas ocasiones, y Joel Roca obligó otra vez a Courtois a intervenir en un contragolpe peligrosísimo. En medio del caos, Rodrygo recibió un golpe claro en el tobillo dentro del área que ni el árbitro ni el VAR consideraron penalti, alimentando la indignación madridista con De Burgos Bengoetxea.

Final frenético y reparto de puntos

Los últimos cinco minutos fueron de puro vértigo. El Madrid se lanzó con todo y el Girona buscó sentenciar al contragolpe. Al final, el 1-1 no se movió: resultado que dejó satisfecho al conjunto catalán y muy frustrado a los blancos, que pierden el liderato y acumulan dudas.