El salto de Ilaix Moriba | OneFootball

Foto: Marta G. Brea / Faro de Vigo

Después de unos partidos apostando por Hugo Sotelo como acompañante de Fran Beltrán en el centro del campo, Claudio Giráldez decidió darle la titularidad anoche a Ilaix Moriba. No era un partido cualquiera para el guineano, ya que se medía a uno de sus exequipos, probablemente el más especial porque fue con el concluyó su formación futbolística, y con el que debutó en el fútbol profesional.

Ilaix no defraudó la confianza depositada por Claudio Giráldez, y se convirtió en uno de los mejores jugadores de equipo. Su capacidad para abarcar terreno, su talento para jugar el balón y su llegada son algunas de sus mejores virtudes que ayer lucieron en Balaídos. En la primera parte tras recoger el rechace de un tiro de Mingueza, enganchó una volea dirigida hacia la escuadra de la portería rival, hasta que el guante de Iñaki Peña frustró lo que parecía ser un golazo.

El centrocampista llegó a Vigo seducido por el proyecto de Claudio Giráldez, algo que él mismo ha reconocido en varias ocasiones y que ayer repitió ante las cámaras de DAZN LaLiga, cuando fue entrevistado al final del encuentro. Un proyecto que califica como "ambicioso" y que según el exbarcelonista encaja con su filosofía de juego.

Para él es casi la última oportunidad para aferrarse al fútbol de élite tras un paso por el RB Leipzig bastante malo, y dos cesiones en Valencia y Getafe que no fueron todo lo fructíferas que esperaba. El Celta es ese clavo ardiendo al que agarrarse, y hasta el momento lo está haciendo. Las opciones de que siga en Vigo la próxima temporada son escasas. Por muy barata que sea la opción de compra que figura en el contrato de cesión difícilmente estará por debajo de los cinco millones de euros, y el Celta solo piensa en vender y en gastar lo mínimo para seguir sosteniendo un presupuesto disparatado.

La buena noticia, pensando en esta temporada, es que Claudio Giráldez cuenta con dos alternativas muy interesantes en la medular. Tanto Hugo Sotelo como Moriba están rindiendo bien cuando están jugando. Son futbolistas con características diferentes, e incluso son compatibles, como se demostró en los últimos minutos del partido de ayer.