Tiralíneas Madrid
·1 de septiembre de 2025
El VAR, desbordado en la jornada 3

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·1 de septiembre de 2025
Errores, caídas de sistema y decisiones incomprensibles
La tercera jornada de LaLiga EA Sports ha dejado más titulares por el VAR que por el fútbol. Lo que debía ser una herramienta para aportar justicia se ha convertido en el centro de la discusión: penaltis señalados con dudas, goles anulados por milímetros y hasta un fallo eléctrico que dejó sin videoarbitraje un partido completo. Un cúmulo de polémicas que cuestiona la fiabilidad del sistema y reabre el debate sobre su uso.
En Mendizorroza, el Atlético de Madrid marcó un gol en una jugada donde Giuliano Simeone partía en posición antirreglamentaria. Pese a la claridad del fuera de juego y revisión del VAR, el tanto subió al marcador. Calificado ya como uno de los errores más graves del VAR en España.
En Vallecas, el Barcelona se benefició de un penalti señalado tras un derribo sobre Lamine Yamal. La gran polémica es que el árbitro no pudo revisar la acción en el monitor porque el sistema VAR dejó de funcionar por un fallo eléctrico en la unidad móvil.
El Real Madrid–Mallorca fue probablemente el partido con más controversia. Hasta tres goles fueron anulados al conjunto blanco: uno por un fuera de juego semiautomático de apenas centímetros, otro por una mano interpretada como inmediata en el inicio de la jugada, y un tercero tras una decisión revisada que dejó más sombras que certezas. El choque acabó convertido en un ejemplo de la confusión que genera la actual normativa aplicada al VAR.
En Cornellà, Osasuna reclamó un penalti clarísimo sobre Víctor Muñoz que no se señaló y en el que el VAR tampoco intervino. La pregunta es inevitable: ¿en qué jugadas puede entrar entonces el VAR? La respuesta debería ser sencilla: en todas aquellas en las que sea necesario, una o doscientas veces, porque para eso está. Mientras que en el Betis–Athletic hubo dos momentos de alta tensión: un posible penalti de Bartra sobre Sancet que tampoco se revisó y un gol en propia puerta con dudas de fuera de juego posicional. La traca final llegó con una tangana que acabó con expulsiones.
Cinco estadios, cinco polémicas. El VAR no está cumpliendo lo que prometió. Lejos de acabar con los errores arbitrales, los multiplica y alimenta la desconfianza en un sistema que, en teoría, nació para alejar al fútbol de la polémica y hacerlo más justo.