Ojo de Halcón
·9 de noviembre de 2024
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Quique Monleón Ciurana
El Villarreal CF se encuentra lanzado tras una nefasta temporada pasada, donde ni siquiera accedió a la Conference League. No jugar Europa entre semana y tener un entrenador que ya conoce la casa, son algunos de los factores que han llevado al Villarreal a sumar 27 de los 36 puntos posibles esta temporada. Encontrándose en una tercera posición donde puede permitirse soñar con pelear por la liga a causa de estar solo a 6 puntos del FC Barcelona, el Submarino Amarillo navega de forma apacible en las posiciones de privilegio de una liga EA Sports que lo tiene en cuenta para poder disputar el título al Barça de Flick, a quien está siendo complicado sacarle puntos.
El Villarreal y Marcelino están siendo una de las sensaciones este inicio de temporada. Tras una 23-24 donde el conjunto valenciano remó a contracorriente para salvar la categoría (palabras textuales del entrenador asturiano, las cuales decían que su equipo pelearía no descender durante la pretérita campaña), el conjunto castellonense parece haber dado con la tecla, habiéndose situado tras la victoria ante el Deportivo Alavés, en una tercera plaza que no da más que a entender que el Villarreal ha dado un lavado de cara más que destacable y digno de admirar.
Tras un final de temporada donde el conjunto de Fernando Roig se quedaría a escasos puntos del objetivo europeo, el Villarreal padeció un cambio de imagen en lo que plantilla se refiere durante el mercado estival. Lejos de firmar un gran número de caras conocidas del futbolista español, el Villarreal decidió optar, en gran parte, por producto extranjero: Willy Kambwala, Thierno Barry, Logan Costa o Luíz Junior, fueron algunos de los fichajes que llegarían de fuera de nuestras fronteras, habiendo encontrado en Costa y Thierno Barry, dos jugadores que y a día de hoy, son verdaderos ídolos en un Estadio de la Cerámica donde han vuelto a disfrutar de su equipo tras una temporada donde hasta 3 entrenadores llegaron a pasar por el siempre complicado banquillo groguet.
Además de indagar por mercado foráneo, el Villarreal, que alcanzó su máximo de gasto en un mercado de fichajes sobrepasando los 30 millones de euros, supo encontrar en el fútbol nacional, diferentes oportunidades de mercado las cuales son indispensables en el irrompible 4-4-2 de Marcelino Garcia Toral. Sergi Cardona, Diego Conde o Ayoze Pérez, son algunos de los futbolistas procedentes de equipos españoles a los que Marcelino ha sabido inculcar su idea de juego y moldearlos en un once que, pese al gran número de bajas que tiende a padecer el Villarreal, suelen ser sabido de memoria por unos aficionados que se dan el lujo de soñar esta temporada con algo más que el clasificar a Champions.
Al buen rendimiento tanto del entrenador como de los nuevos fichajes, toca sumarle el haber mantenido parte de ese bloque que llevó al Villarreal a cosechar grandes actuaciones en Europa. Pese a la salida de Alexander Sorloth o Filip Jörgensen, jugadores del calibre de Dani Parejo, Yeremy Pino, Gerard Moreno, Raúl Albiol o Àlex Baena (el cual tenía ofertas suculentas de cara a abandonar el Submarino Amarillo), se han quedado en un Villarreal que, pese a haberse a haberse convertido en un club vendedor los últimos años, ha tendido a mantener esa columna vertebral que lo llevó a coronarse campeón de Europa queriendo volver no solo a Europa esta temporada, a una Champions League donde ya saben lo que es obrar milagros a causa de haber logrado en sus 100 años de historia, dos meritorias clasificaciones a semifinales de la máxima competición europea de clubes.
27 de 26 puntos posibles, solo 2 derrotas en liga, primera portería a 0 en el día de hoy por un Diego Conde que se ha establecido a las mil maravillas en Primera División y un equipo que concede poco al rival al mismo tiempo que es certero de cara a cosechar victorias (7) son algunos de los motivos que tiene el aficionado del Villarreal para soñar de cara a que la temporada donde cumplirá 101 años su equipo, sea verdaderamente especial hasta el punto de luchar por títulos. ¿Volverá a tocar metal el Villarreal?