Empate sin alma y sin corazón | OneFootball

La tarde pintaba para fiesta con el homenaje a Russo, pero terminó siendo un lamento más. En un partido donde Millonarios necesitaba ganar para seguir con vida, el equipo bogotano apenas rescató un empate ante el líder del campeonato, en un encuentro marcado por la falta de fútbol, de intensidad y, sobre todo, de alma.

El conjunto albiazul, que no fue azul, salió al campo de juego con Novoa en el arco, Martín como lateral derecho, Moreno Paz y Vargas como centrales, y Arias por la izquierda; en el medio campo la dupla Vega y Victoria, delante de ellos el regreso a la titular de Mackalister Silva, seguido de la tripleta de los Castro, Alex Stick, Beckham y Leo.

En el primer tiempo el club Embajador intentó tener la iniciativa, con unas pocas asociaciones pero sin profundidad, las conexiones entre líneas se dieron pero no generaron peligro real, tan fue así que los disparos al arco rival hechos por cada uno de los tres Castro parecieron pases a las manos del arquero Quintana. En defensa, el medio campo hizo agua pero afortunadamente el rival no causó daño.

Al medio tiempo se repitió en el tablero electrónico el emotivo video homenaje a Russo que conmovió a los asistentes al coloso de la 57.

Para el segundo episodio, el profe Torres no movió el banco. Al minuto 52 se lesiona Alex Castro, por lo que entró Edwin Mosquera, quien con su juego displicente impregnó de nervios y ansiedad a la hinchada. Al minuto 73 tiro de esquina cobrado por Macka, y sorpresivamente el balón se paseó por 5 con 50, hasta que con un cabezazo con más ubicación que potencia, Beckham David puso el 1-0; mucho premio para tan poco fútbol.

En el minuto 83 salen Martin y Vega por Helibelton Palacios y Arévalo respectivamente, los cuales no aportaron nada al equipo. Y tres minutos más tarde tras saque lateral desde occidental, el balón picó y se paseó por el área azul; el balón le quedó al jugador argentino Sambueza quien en absoluta soledad fusiló a Novoa. Error infantil de todo el equipo.

Después del empate, Millos se quedó sin alma, sin ganas de correr, sin corazón, sin nada. En el tiempo de adición Novoa evitó la derrota haciendo la atajada del día tras un cabezazo de un rival.

El pitazo final confirmó lo que ya se sentía en las tribunas: este Millonarios está lejos de su mejor versión, de hecho a leguas de ser un equipo de fútbol. El mejor homenaje para el gran Miguel Ángel Russo siempre será ganar sin ahorrar una gota de sudor, y esta vez, como todo este semestre, el equipo se caracterizó por no hacerlo.

Tarjetas amarillas: Arias 70’, Silva 95’.

Gabo Pérez @gabogotano