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·20 de abril de 2025
En Cleveland hay vida más allá de LeBron

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·20 de abril de 2025
Todo cambio en Cleveland en ese Draft del 2003 con la selección de uno de los jugadores más prometedores en la historia de la NBA. Los Cavaliers eligieron en la primera posición a LeBron James, un joven atlético dispuesto a saltarse la universidad que aterrizó en la liga para comerse el mundo. Se puede decir que lo consiguió. Su relación fue casi idílica: cinco finales en 11 años y un campeonato —pero qué campeonato— que si no fuera por Curry y compañía habrían sido unos cuantos más. La historia moderna de los Cavs no se podría entender sin LeBron. Sus llegadas y salidas de la franquicia marcaron los picos y bajones de rendimiento del equipo en este siglo.
LeBron James realizando un mate en su temporada rookie con Cavaliers (2003) | Fuente: NBA.com
Por ello la marcha del «rey» en 2019 rumbo a Lakers cambiaba todo. James era la cara de Cleveland, del Estado de Ohio y de la NBA. A partir de ahí, los Cavaliers apostaron por una reconstrucción a largo plazo que buscaba llegar a lo más alto sin su estrella. Sin pausa, pero sin prisa. El camino se preveía arduo, pero seis años después han vuelto a la cima del Este. Nadie los situaba ahí a principios de temporada, pero ahora todos le temen y volver a echar una mirada a esos 82 partidos nos permite explicar el porqué de sus buenos resultados.
El cuarteto de Cleveland ha sido la pieza angular este año. Todos destacaban por haber mostrado buenas actuaciones en cursos pasados, pero ninguno en un proyecto con tales aspiraciones como estos Cavs. Véase con Donovan Mitchell, que abandonó Utah Jazz para conseguir cosas más grandes en el Este. Por su parte, Jarrett Allen se marchó del equipo donde despegó, Brooklyn Nets, tras ver relegada su importancia. Y los dos drafteados, Darius Garland y Evan Mobley, que ya se visualizaban como las puntas de lanzas de este nuevo proyecto no habían podido traducir sus buenos años en victorias en Playoffs.
En esta 24-25, los cuatro han recuperado sus mejores versiones. Mitchell, el máximo anotador de estos Cavs con 24.0 puntos de media por encuentro, ha continuado en su línea anotadora, aunque jugando menos que años anteriores. Los 33.8 minutos de media en su carrera contrastan con los 31.4 de ésta, la mejor en cuanto resultados colectivos. A su vez, grandes porcentajes de tres (36.8%) y de campo (44.3%). Todo un superanotador.
El resto no se queda atrás. Garland, 20.6 puntos y 6.7 asistencias por partido, ha sido fundamental en la dirección del juego, 40.1% desde el perímetro. Mobley ha promediado 18.7 puntos (55.7% en tiros de campo) y 9.4 rebotes. Ese jugador total que aporta en ambos lados de la pista y tan necesario es para que los equipos ganadores se sostengan (Holiday, Green, Jalen Williams, etc.). Por último, Jarrett Allen ha sido el jugador con mejor promedio en tiros de campo de toda la competición con 70.6%. El pívot ha promediado 13.5 puntos y 9.7 rebotes.
La racha del equipo de 15 victorias consecutivas en el primer tramo del curso ya sorprendió (igualando la mejor marca en la historia de la franquicia), pero entraba dentro de lo razonable. Con lo que no contaban tantos era que los Cavaliers pudiesen alargar en el tiempo las buenas sensaciones y convertirlas en regularidad. En una temporada donde la primera posición parecía asegurada para Boston, la sorpresa de que esta recalara en Cleveland es mayúscula. Apenas tuvieron oportunidad los de Mazzulla de luchar por el trono del Este, y eso ya es mucho decir. Dos victorias para cada uno en las cuatro veces que se han enfrentado.
Donovan Mitchell (Cleveland Cavaliers) habla con su entrenador Kenny Atkinson | Fuente: LAPRESSE
Atkinson volvía a ejercer de GM tras ser asistente en Warriors las últimas temporadas. Ya había dejado buenas sensaciones en los Nets del 2020, pero ese buen sabor de boca no disipaba las dudas en unos Cavs que venían de flaquear la temporada pasada tras caer en Semifinales de Conferencia contra Celtics con un contundente 4-1. Una de las claves de Kenny Atkinson ha sido la de enchufar a la plantilla desde el minuto uno. Desde el Big-Four (Mitchell, Garland, Mobley y Allen), hasta el banquillo con nombres como Ty Jerome o De’Andre Hunter. Cavaliers ha sido el mejor ataque de la NBA en esta temporada regular (121.9 puntos de media) y su defensa ha estado rondando siempre el Top-10 (12º finalmente). Solo OKC ha acabado por superarles en el diferencial defensa/ataque con un +9.5.
Cleveland Cavaliers no solo ha sido el mejor ataque de la NBA también ha destacado en otros puntos, sobre todo del apartado ofensivo. El equipo es 2º en el porcentaje de tiros de campo encestados (49.1%) y el 2º mejor en el porcentaje desde la línea de tres (38.3%). Además, sobresale en el True Shooting Percentage (TS%), una estadística avanzada que mide la eficiencia real de todos los tiro posibles. Los de Atkinson son primeros en ella con un 60.7%. Otra muestra del gran nivel de efectividad de los Cavs en este curso.
El futuro más inmediato de Cleveland será la serie contra los Miami Heat a partir de las 1:00 A.M. del lunes 21. Los de Florida llegan tras conseguir dos complicadas victorias fuera de casa en el Play-In y pese a su irregular trayectoria en la Regular Season son un equipo experimentado en postemporada. Las aspiraciones de los de Ohio les llevan inevitablemente a las Finales de Conferencia. No llegar ahí después de los resultados sería una decepción para jugadores y afición. A partir de ahí se hace complicado visualizar el futuro de los de Atkinson, pero si algo ha demostrado este equipo es que no se le puede subestimar.