MUNDO MILLOS
·29 de enero de 2025
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Millonarios no es solo un equipo de fútbol. Es historia, es pasión, es el corazón de millones de personas que han hecho de este escudo un símbolo de resistencia y orgullo. Pero hoy vivimos días de incertidumbre, días en los que la esperanza parece tambalear ante decisiones que duelen y un panorama que no refleja la grandeza que tanto nos ha costado construir.
La novela sobre Radamel Falcao García, sumada a la falta de contrataciones de peso, ha dejado un vacío en las expectativas de quienes soñamos con ver al equipo nuevamente en lo más alto, es normal sentir rabia, frustración, incluso desilusión. Como hinchas, nos duele ver que no se toman las decisiones que este club merece.
Sin embargo, en medio de la tormenta, no podemos olvidar lo que significa ser hincha, esta camiseta azul no solo representa títulos y triunfos, sino también resistencia, amor incondicional y una historia que ha sabido superar los momentos más difíciles. Es en este contexto donde debemos encontrar un equilibrio: ser críticos con quienes toman decisiones, pero también ser el motor que impulse al equipo desde las tribunas.
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Es tiempo de alzar la voz, pero no desde el rencor, sino desde el amor profundo por estos colores, porque ser hincha de Millonarios no es solo apoyar en los momentos de gloria, sino también mantener viva la esperanza cuando las cosas no salen como esperamos.
Hoy, más que nunca, debemos ser la fuerza que sostenga al equipo y el eco que recuerde a los directivos que Millonarios es mucho más que un negocio. Es pasión, es historia, y es el sueño de millones que, como yo, seguimos creyendo que los mejores días están por venir.
Este no es el momento para dividirnos, la grandeza de este club no está solo en sus títulos, sino en su gente, en esa hinchada fiel que canta hasta quedarse sin voz, que nunca abandona, que transforma un estadio en un templo de pasión. Si algo nos ha enseñado nuestra historia es que las crisis no nos destruyen; nos hacen más fuertes y eso solo es posible cuando estamos unidos.
Claro que debemos exigir, queremos un proyecto serio, una directiva que honre la grandeza de este escudo y refuerzos que nos hagan soñar, pero esa exigencia debe nacer desde el amor, no desde el rencor porque si algo tenemos en común todos los que llevamos el azul en el corazón, es que queremos lo mejor para este equipo.
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Hoy el llamado debe ser a la unión. A los directivos, les pedimos que escuchen a la hinchada y trabajen con transparencia y compromiso. A los jugadores, que sientan el peso y el orgullo de portar esta camiseta. Y a nosotros, los hinchas, que nunca olvidemos que somos la fuerza que sostiene a Millonarios, incluso en los momentos más oscuros.
Porque ser de Millonarios es un privilegio, es llorar, reír, sufrir y celebrar, todo por los mismos colores, es creer, aun cuando todo parece perdido, es saber que, pase lo que pase, este amor nunca se apaga.Así que sigamos juntos, cantando, alentando y soñando. Porque Millonarios no es solo un equipo; es una familia, y cuando estamos unidos, no hay nada que no podamos lograr.
Millonarios no se define solo por los títulos. Se define por su gente, por esa hinchada que ha estado en las buenas, en las malas y en las peores, se define por el amor incondicional que sentimos por estos colores, por esa emoción que nos recorre el cuerpo cada vez que el balón rueda en El Campín. Así que levantemos la cabeza y sigamos adelante. No porque sea fácil, sino porque sabemos que ser de Millonarios es un privilegio que pocos entienden. Es un pacto de amor eterno que trasciende cualquier obstáculo.
Por César Rodríguez@Donsumerce
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