Entrevista a David Conejero: «El míster me dijo que no contaba conmigo el ultimo día de mercado.» | OneFootball

Entrevista del 4 de agosto del 2024

En esta entrevista, David Conejero nos cuenta su apasionante trayectoria en el fútbol, desde sus inicios hasta su paso por varios clubes, enfrentando desafíos como las lesiones graves y la falta de apoyo de algunos entrenadores. A pesar de los obstáculos, sigue firme en su objetivo de llegar a la Primera División, agradeciendo especialmente al Elche por confiar en él durante su recuperación. Además, comparte cómo maneja la presión, sus referentes futbolísticos y sus esperanzas para el futuro.

Desde que nací, siempre me ha gustado el fútbol. Desde los 4 o 5 años, cuando me apunté a jugar, ha sido mi pasión de toda la vida. Mi padre también siempre ha sido futbolero y jugó al fútbol.

Desde los 5 años he ido escalando poco a poco. A los 11 años salí de mi casa para irme a Villarreal. Fue una etapa dura porque era muy pequeño. Al final, tuve que dejar a mis amigos, mi familia y mi casa para perseguir mis sueños. Fue una etapa bonita y, a la vez, dura porque me ilusionaba mucho que un gran equipo me quisiera. Estuve allí tres años y medio. Los dos primeros años fueron muy buenos; me valoraron mucho allí. El último año fue más difícil porque todos mis compañeros dieron el estirón a los 14 años, y yo no crecí físicamente, quedándome más pequeño. Esto me afectó porque todos mis compañeros eran más grandes.

Finalmente, en la categoría de cadetes, regresé a mi casa y jugué en un equipo de Elche llamado Promesas. Volví el año siguiente, pero me dijeron que mi físico no era el adecuado para ellos. Me dejaron ir debido a mi físico.

Terminé mi contrato allí y volví a Elche. Estuve un par de meses y luego me fui a Mallorca. Firmé con el Mallorca desde el primer año de juveniles hasta tres años después. La verdad es que fue muy bien; los primeros años fueron muy buenos y siempre estuve muy cómodo allí. El primer año que llegué ganamos la liga nacional.

Luego, pasé directamente al juvenil A sin pasar por el San Fran. Ese año fue duro en el juvenil A, estaba la época de Llabrés y otros. Al siguiente año, pasé a estar en la dinámica del filial. Hice la pretemporada con el filial.. Le gusté al entrenador y estuve en dinámica con ellos todo el año, bajando a los partidos más importantes como los de España, Barça, etc. Aunque bajaba a jugar con el juvenil, luego jugaba también con el filial. Los entrenadores toman decisiones y al final, terminé más tiempo con el juvenil, aunque seguía entrenando con el filial.

Terminé muy bien el año. Al siguiente año, ascendimos y tuve una muy buena pretemporada. El míster me dijo que no contaba conmigo el ultimo día de mercado. Al final, el club quería cederme y me sugirieron ir a Bilbao, a un equipo de Segunda RFEF. No me trataron bien allí, así que le dije a mi representante que rescindiéramos el contrato. Me vine a Alicante al Torrellano, que es el filial del Alcoyano. Estuve dos o tres meses en tercera división. Desde noviembre hasta febrero estuve en dinámica con el Alcoyano, donde tuve una muy buena experiencia.

En febrero me lesioné; me rompí el tobillo, la tibia y el peroné. En junio tuve la oportunidad de ir a Murcia al primer equipo con Javi Recio, que es de Mallorca. Me dio mucha confianza, pero al final no me salió bien. En el primer entrenamiento con el equipo me rompí el cruzado y el menisco. Fue un golpe muy duro. Me operé, pero el club decidió rescindirme, ya que no querían tener a un jugador lesionado todo el año. Sergio Mantecón, el director deportivo del año pasado, me llamó y quiso ayudarme en mi recuperación, sabiendo que iba a ser un año duro.

Ahora me he recuperado y me encuentro muy bien. Este año seguiré allí.

Me quedaría con dos entrenadores: Toni Álvarez, que me transmitía mucha confianza, y Carlos Muñoz, que me dejaba ser yo y desarrollar mi fútbol.

En cuanto a clubes, me he sentido muy bien en el Mallorca durante mi etapa de juveniles, especialmente cuando estaba en la época del filial y bajaba al juvenil. Me sentí muy importante allí. También me he sentido muy a gusto en el Alcoyano.

He madurado un poco en el tema futbolístico desde la lesión. Al final, hay que trabajar mucho defensivamente. Hay que ser un jugador completo para estar lo más arriba posible. Ahora, con la recuperación, me encuentro muy bien físicamente y he mejorado en hacer kilómetros, correr más, hacer más sprints.

Me sentí muy cómodo porque el entrenador me daba mucha libertad. Los jugadores con calidad en tres cuartos de cancha nos dejaban mucha libertad, y eso me encanta porque cojo confianza y puedo desarrollar mejor mi juego.

Al final, el míster me exigía muchísimo. También aprendí mucho con él porque me exigía mucho. Soy mejor jugador también por él, porque me exigía que defendiese un montón. Su estilo de juego requería hacer muchos esfuerzos físicos. Al principio lo entendí, pero luego me fui acomodando y no encontraba bien mi lugar. Fui perdiendo un poco de importancia en su equipo.

Sí, cuando bajé a jugar contra la DAMM en Barcelona. Íbamos perdiendo 1-0. No marqué yo el gol, pero hice una buena jugada y empatamos. Nos mantuvo con vida para entrar en la Copa del Rey. Es un buen recuerdo.

En la pretemporada, el mister me dijo que contaba conmigo, pero el último día de mercado me dijo que no contaba conmigo. El club me quería, querían renovarme y que me fuese cedido, pero no me sentí muy respaldado. Le dije a mi agente que rescindíamos y así quedó la cosa.

Como te he contado, mi agente me dijo que era el único sitio al que podía ir. Lo tenía cerca de casa, era el filial de un equipo de Primera RFEF. Me dijeron que me veían con proyección y que podía ir subiendo. En septiembre u octubre ya empecé a subir un par de entrenamientos. Me gustó el entrenador y me quedé allí hasta que me lesioné en febrero.

Sí, la verdad es que sí. En el estadio de Alcoy, la afición te lleva a tope. Me adapté muy bien, no me costó adaptarme.

Fue bonito. El mister no contaba conmigo y luego me vino esto. Acabé bastante contento. Es una categoría bastante fuerte. Además, en mi debut en el estadio, entré en el minuto ochenta y algo y marqué un gol. Me vino de lujo.

Sí, claro, diría ese. Al final, los goles son la vida.

Con el Murcia lo pasé mal. Estuve unos meses fastidiado, con ganas de mandarlo todo a la mierda. Acababa de recuperarme y me volví a lesionar. Llegué a un sitio donde me plantearon un muy buen proyecto y luego me pasó lo que me pasó.

La verdad es que se han portado muy bien conmigo. Al final, yo estaba prácticamente en el dique seco. Acababa de dejar el Murcia, no tenía equipo, y ahora, ¿qué hago? ¿Cómo me recupero? Tuve suerte de que el Elche, porque al final firmar a un jugador con un cruzado y un menisco roto, imagínate. Eso creo que pocos clubes lo hacen. Estoy muy agradecido al Elche, la verdad. A Mantecón, porque Mantecón es el que ha confiado siempre en mí mucho. Ya me dijo de ir en invierno. Imagínate, le debo la vida al Elche.

Dos partidos. Al final firmé con la intención de estar un año de lesión y he estado un año y cuatro meses lesionado. Lo he pasado bastante mal, pero bueno. Me quedo otro año aquí.

Bueno, a corto plazo, hacer un gran año con el equipo. Individualmente, estar bien físicamente y que me respeten las lesiones. Eso es lo más importante. A largo plazo, sigo con el mismo sueño de siempre, llegar a Primera División. Con la ayuda de mi novia, que siempre está aquí conmigo, puedo seguir luchando por mi sueño.

Pues hombre, si pudiera debutar con el Elche, el club de toda la vida, sería bonito. Además, para mi familia y mis amigos también. Yo iba desde pequeñito a ver al Elche al estadio. Ojalá debutar allí con ellos.

Sí, eso es lo peor.

Al final, la gente más cercana estuvo ahí conmigo. Mi agente siempre ha estado conmigo, confía en mí, y me dijo que esto son cosas que pasan en el fútbol. Al final, él me ve con mucha proyección. Llevo con él desde que era pequeño. Mi padre también siempre está conmigo. A mi padre le debo la vida, y siempre me han mantenido fuerte.

Bueno, bien. Al final no me gusta mucho oír ni cosas buenas ni cosas malas. Intento mantenerme confiando en mi potencial y no escuchar mucho lo que se dice fuera. Al final, cada uno es un mundo, pero a mí no me vienen bien ni halagos ni críticas. Me refiero a fuera del entorno profesional.

En lo físico, una buena alimentación y el descanso son súper importantes. En lo mental, me gusta distraerme escuchando música, estar con mi novia, y no estar tan pendiente del partido. Y luego, cuando llego al vestuario, ya me concentro.

Mi ídolo siempre ha sido David Silva. Me gusta mucho como juega, siempre. Además, se parece mucho a mí en carácter. También me gusta mucho Fekir, me mola mucho. David Silva me pega más, soy muy parecido a él.

Fuera del fútbol, no tengo muchos hobbies. Me gusta estar con mi gente, airearme con mi chica y mis amigos. Me gusta estar en casa, ver series, ver películas. Soy bastante casero.

Pues quiero seguir disfrutando del fútbol lo máximo que pueda, seguir trabajando para conseguir mi sueño de siempre y nada más. Tener salud, mucha salud para mi gente y para mí.