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·15 de abril de 2020
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·15 de abril de 2020
David Villa, el máximo goleador de toda la historia de la Selección Española repasa su carrera en una entrevista concedida a nuestro medio, VIP Deportivo.
David Villa (Tuilla, 1981) es, con 59 goles en 98 partidos disputados, el máximo goleador de toda la historia de la Selección Española, con quien se proclamo campeón de Europa en 2008, siendo el ‘pichichi’ del torneo con 4 goles en el mismo número de partidos disputados, y del mundo en 2010, donde obtuvo la Bota de Plata como segundo máximo anotador empatado a cinco tantos con Muller. Además de 4 Trofeos Zarra, el delantero asturiano también lo ha ganado todo a nivel de clubes: 1 Champions, 3 Ligas, 3 Copas del Rey, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa, 3 Supercopas de España y 1 Copa del Emperador. Pero cuando nos referimos a David Villa no solo hablamos de muchos goles, títulos y éxitos, sino de un ejemplo de superación y profesionalidad. En esta entrevista para VIP Deportivo, más que hablar de la actualidad futbolística, repasamos toda su carrera.
Pregunta: Con 4 años ya tuvistes que empezar a superar obstáculos muy complicados. ¿Cómo lograste salir adelante de aquella rotura del fémur y que conclusiones sacastes de ello?
Respuesta: «Pues apenas tengo recuerdo de ello, era muy pequeño y los flashes que me llegan son porque me cuentan mis padres. Seguro que pese a ello me ayudo para ser más fuerte en el futuro».
P: ¿Es cierto que tras recuperarse de esa grave lesión empezó a dominar mejor la pierna izquierda?
R: «Mi padre me cuenta que como no podía chutar con la pierna derecha por la escayola, me apoyaba en el muro y él me iba pasando el balón para que chutara con la izquierda. Seguro que me ayudó a manejar mejor mi pierna izquierda».
P: Cuando eras pequeño siempre jugabas con una categoría más de la que le correspondía por edad. ¿Eso le llevó a salir de un área de confort y superarse así mismo aún más?
R: «Más que en una categoría más, siempre jugaba con mayores, pues yo nací en diciembre y además yo ya era de por sí pequeñito físicamente. Siempre he intentado dar lo mejor de mí para superar las dificultades».
P: ¿Qué significa tu padre para ti? ¿Cómo llevabais tanto tú como tu familia que Mel (padre de David) trabajará en una profesión tan peligrosa como la minería?
R: «Mi padre lo es todo para mi como mi madre, mis dos mayores ídolos y mentores. Éramos conscientes todos en casa de la dificultad del trabajo de mi padre sobre todo por el riesgo que corría cada día».
P: Con 8 años hizo una prueba con el Real Oviedo, pero finalmente no lo seleccionaron. ¿Cómo fue aquello? ¿Soñaba con jugar en el Oviedo?
R: «Bueno, en aquella época yo solo quería y soñaba con jugar al fútbol. A los dos días entré en la academia del Langreo y fui muy feliz desde el primer día, no lo tomé como un paso atrás».
P: Se hinchó a meter goles en el Langreo, pero de esa generación de futbolistas langreanos el Sporting se fijo primero en Andrés Guerra, a quien usted conoce muy bien. ¿Después de eso se desanimó y pensó que nunca llegaría al Sporting o que vivir en el futuro del fútbol no sería lo suyo?
R: «Andrés era y es uno de mis mejores amigos, realmente nos ficharon a los dos y me alegre muchísimo de poder seguir compartiendo delantera con él en otro equipo, lo único que él se fue antes y a mi me quedaban seis meses más en el Langreo, así que nunca tuve ese pensamiento pues sabia que a final de año yo me uniría a él».
P: Al llegar al Sporting B tuvo el dilema de elegir entre el fútbol y sus estudios de electricista. ¿Le fue fácil o difícil decantarse por poner todas sus fichas en su sueño de ser futbolista profesional?
R: «Bueno, para mi fue una decisión fácil puesto que yo soñaba con ser futbolista y tenía que intentarlo cuando lo tenía tan cerca».
P: El pasillo que separa la puerta del vestuario del filial con la del vestuario del primer equipo parece corto, pero se ha demostrado que es largo y duro de recorrer. ¿Qué sintió cuando cruzo la puerta del primer equipo y empezó a dar sus primeros pasos en El Molinón?
R: «Sí, quizás es el paso más complicado, por eso cuando empecé a incorporarme con el primer equipo sabia que tenía que trabajar mucho para continuar con ellos.
P: Cuando se fue traspasado al Zaragoza, el Sporting estaba económicamente inmerso en un momento crítico. ¿En ese momento sintió que debía irse de Gijón para que tanto usted como el Sporting pudiérais crecer?
R: «Bueno, yo estaba muy feliz en el Sporting y aún era muy joven así que no tenia ninguna prisa, pero realmente no hubo otra opción en ese momento, el Sporting necesitaba el dinero para subsistir y mi traspaso era una de las maneras de conseguir el dinero».
P: Sale de casa por primera vez y debuta en Primera División con un equipo que había desembolsado mucho dinero por su fichaje. ¿Fue duro de asimilar ese cambio? ¿Sintió alguna presión de tener que demostrar desde el primer día que valía lo que pagaron por ti?
R: «La presión a mayor o menor nivel siempre la he sentido en todos los sitios que he estado, quizás lo más difícil fue en el tema personal, separarme de mi familia y vivir la experiencia sólo con mi mujer y lejos de nuestras familias».
P: Gana la Copa del Rey con el Zaragoza, debuta con la Selección y ficha por el Valencia. Siendo joven era uno de los futbolistas españoles y europeos del momento. ¿Alguien le tuvo que bajar de las nubes o siempre ha mantenido los pies en el suelo?
R: «Vivía el momento y me guiaba por los consejos de la gente que tenía cerca de mí, que me habían ayudado a llegar allí y querían ayudarme para que siguiera creciendo».
P: En la Eurocopa de 2008 nació la leyenda de un equipo para la historia. España era campeona de Europa y después lo seria del mundo. ¿Cuándo jugaba en los prados de Tuilla se imaginaba ser campeón del mundo y el máximo goleador de toda la historia de la Selección de tu país?
R: «Siempre he sido muy soñador de niño y más con el fútbol, pero realmente la realidad gracias a Dios ha superado a muchos sueños».
P: Tras el Mundial de Sudáfrica llegó al Barcelona. ¿Qué se siente y que aprendió al ser entrenado por Guardiola y jugar junto a Messi?
R: «Mi experiencia en Barcelona fue fantástica por la suerte que puede tener un jugador a ser entrenado por en ese momento el mejor y estar en el equipo del que tanta gente decía que era el mejor equipo del mundo».
P: En el club azulgrana consiguió uno de los sueños que había perseguido toda su vida: ganar la Champions League. Y lo hizo de la mejor manera, haciendo uno de los tantos de la final contra el Manchester United. ¿Ese golazo es el mejor que ha marcado o el que recuerda con mas cariño?
R: «Sí, creo que es el mejor de mi carrera, por el escenario y la belleza del gol».
P: Todo marchaba sobre la seda, hasta que se rompió la tibia durante las semifinales del Mundial de Clubes. ¿En algún momento vio que su carrera peligrara con esa grave lesión?
R: «No la vi peligrar porque siempre confié en recuperarme con todas mis fuerzas y volver lo antes posible a jugar».
P: En el Atlético de Madrid sólo estuvo una temporada, pero ganó una Liga, llegó a la final de la Champions y sobre todo dejó un gran recuerdo en el club y en la afición. ¿Qué aprendió del Atleti y de Simeone?
R: «Muchas cosas, fue solo un año, pero muy bonito y gratificante para mí por lo que viví allí».
P: Después se fue al New York City, Melbourne City y Vissel Kobe, donde ha dado por finalizada su carrera profesional. ¿Siempre tuvo esos planes de conocer nuevas culturas a través del fútbol? ¿El conocer nuevas culturas influye tanto en la decisión de un futbolista para fichar por un equipo?
R: «Nunca antes había pensado en la posibilidad de ir a Estados Unidos, Australia o Japón, pero sí cuando a los 32 años sólo había jugado en la Liga española. Me quedaban pocos años de fútbol y quería nuevas experiencias en otros lugares diferentes y esas fueron las que me fueron saliendo y fui aceptando, las cuales me ayudaron mucho como futbolista y persona».
P: Estando en Nueva York le volvió a llamar la Selección. ¿Qué le sorprendió mas: esta convocatoria o la primera que recibió?
R: «La primera era un poco más esperada pues ya se hablaba mucho de mi incorporación a la Selección meses atrás, y la última quizás no mucha gente la esperaba y por eso fue también muy especial».
P: ¿El fútbol le ha demostrado que el talento no sirve de nada, que hay que aprender y mejorar cada día?
R: «Creo que hay una parte de futbolista con la que naces, pero en un mundo tan complicado y de tanta competencia con eso solo no llega, necesitas trabajar duro, mejorar y evolucionar cada día para alcanzar tu sueño».
P: No me quiero olvidar de Quini. ¿Cómo futbolista y persona que significo para usted?
R: «Como un segundo padre futbolístico, vital para mi crecimiento tanto como futbolista como persona. A los 19 años yo recibía diariamente los consejos del mejor delantero español de todos los tiempos. De no haberlo tenido a él no hubiera podido llegar hasta donde llegué, y eso se lo agradeceré eternamente».
P: Ahora está metiendo goles en los despachos con las escuelas DV7 y el Queensboro. ¿Ilusionado con estos proyectos?
R: «Muy ilusionado, son dos proyectos que me hacen muchísima ilusión. DV7 lo combiné con el fútbol estos últimos años y ahora tendré mucho mas tiempo para ello, y con QBFC espero ayudar en todo lo posible para que la gente de Queens se sienta orgullosa de su equipo».
Imagen vía: José Antonio García Sirvent.
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