REVISTA PANENKA
·2 de diciembre de 2022
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Con dos victorias y una derrota, Australia avanza silenciosa a octavos de final por segunda vez en la historia de los Mundiales. A la distancia, los peruanos celebran los triunfos del arquero de los ‘Socceroos’, Andrew Redmayne, y hasta denominaron al encuentro con Dinamarca como “Guerra de papás”. ¿Cómo hace una nación para sobrellevar el fracaso convirtiendo a sus dos grandes verdugos futbolísticos en memes?
“True story”. Los ‘socceroos’ no lo podían creer. ¿Cuántos hinchas en el mundo podrían ir hasta la concentración del equipo que les arrebató el triunfo que más ansiaban para pedirle un autógrafo a nada menos que el antihéroe de la jornada?
Andrew Redmayne, el portero suplente de la selección australiana en Catar, había coqueteado con Perú desde hacía algunas semanas. En agosto, en TikTok se viralizaron imágenes casi surrealistas de un imitador del cancerbero australiano participando de una corrida de toros en la sierra peruana. Días después, en un programa de televisión, fue consultado por si sentía que era el enemigo número uno de la nación sudamericana. Redmayne, entre risas, declaró que definitivamente ese país no estaba en su lista de deseos, aunque algunas semanas después, él mismo subió una foto a su cuenta de Instagram sosteniendo un paquete de café donde se alcanzaba a leer la procedencia del grano: “Perú”.
“Gracias por quitarnos la soberbia”, “gracias por no olvidarte de tus hijos”, dicen algunos de los comentarios más likeados de la publicación. Después, alguien coloca las estrofas de una canción del argentino Piero acompañada de corazones rojos y blancos. “Es un buen tipo mi viejo / que anda solo y esperando”. No es casual que un hincha peruano llegara hasta la concentración australiana a pocas semanas de iniciarse el Mundial en el que Australia ha dado el batacazo avanzando a octavos de final por segunda vez en su historia. Redmayne estampó su firma sobre la camiseta peruana generando una de esas heridas condenadas a la gangrena eterna. Y sobre ella, se ve en las fotos, escribió algo más.
Aunque me suene poético, no es certero el hecho de que haya sido el propio Redmayne el que escribió “tu papá” al costado de su firma. Pudo haber sido el hincha, nadie lo sabrá. Lo único real quizás son los indicios que entrega esto sobre cómo lidia una nación con sus fracasos futbolísticos cuando la realidad se cansa de abofetearte la cara, y la seguidilla de memes que vinieron después. Por supuesto, la noticia del autógrafo del también conocido como el “arquero bailarín”, por su peculiar forma de atajar los penales, llegó a la prensa peruana que se gastó tiempo en debatir si había sido correcta o no la actitud del hincha. “Yo no lo dejo entrar nunca más a un entrenamiento de Perú”, dijo un conocido comentarista deportivo cuyo acento lo delata. Es argentino, distante para entender aquella terapia peruana en la que revolcarnos en el fango de la derrota es el torniquete de emergencia para evitar morir desangrados.
Mis colegas de Chile, el país en donde vivo desde hace diez años, no entienden por qué tengo colgado en mi departamento un cuadro de la selección peruana que cayó en Doha el 13 de junio de 2022; el cromo de Yurary Poulsen, el danés autor del gol que prácticamente sentenció la eliminación de Perú de Rusia 2018, pegado en mi computador; o la camiseta peruana de los 2000, quizás la peor década futbolística que vivió mi país, como la más grande de mis reliquias. Mucho menos entienden por qué hincho por Australia en Catar y por qué los días de sus partidos en el redundante grupo D, retuiteo imágenes de Redmayne con frases como: “hoy no juega Perú”.
No es casual que un hincha peruano llegara hasta la concentración australiana a pocas semanas de iniciarse el Mundial en el que Australia ha dado el batacazo avanzando a octavos
Pero algo de estrategia, ridícula o bizarra, hay en el hecho de generar hoy toneladas de memes con el rostro de un portero rubio, de cabello corto y barba frondosa, mientras Australia va acumulando triunfos en el Mundial con la misma fórmula con la que eliminó a Perú en la repesca: presión alta, pelotazos, contragolpes y esa suprema conciencia de que saber de tus falencias es saber aún más de tus virtudes y aguardar paciente con el cuchillo entre los dientes. Como los ejercicios del ridículo por los que pasan los estudiantes de clown o los guiones de stand up de gordos hablando de gordos, de calvos hablando de calvos, o la pelea contra el matón del barrio en la que sabes que perderás y te adelantas porque así, aunque sea habrás dado un golpe.
Así se adelantaron los cibernautas peruanos al partido de este miércoles en el que Australia y Dinamarca definían quién acompañaba a Francia en su pase a octavos de final. Pero ni los daneses ni los australianos son quienes mayores derrotas nos han ocasionado en la historia, y están por lo menos veinte escalones más abajo de los 45 triunfos que acumula la selección chilena ante la peruana. Sin embargo, nosotros preferimos la paternidad a distancia, la esquiva, la de los sobres con propinas en las Navidades, cumpleaños o cuando fuere. No aquella a la que estamos condenados a ver en cada eliminatoria mundialista.
“Guerra de papás”, emulando el film americano, es como denominaron los memes al encuentro que bien pudo ser la revancha peruana ante los daneses. Por el contrario, la realidad daba cuenta de una lucha por la tenencia de aquel hijo sudamericano para el que una derrota futbolística puede ser también un trauma generacional que nos acompañe por décadas. Después, tras el triunfo ‘socceroo‘, las imágenes de Redmayne continuaron apareciendo. Saltando, sonriendo, siempre con una bandera roja y blanca de fantasía entre las manos.
No sería descabellado que el arquero australiano sea rostro de alguna campaña publicitaria peruana en el futuro. Lo imagino protagonizando alguna como aquella en la que un futbolista peruano que falló un gol clave durante las eliminatorias para Alemania 2006 llamaba por teléfono a algunos hinchas para pedirles perdón, o, si pecamos de distópicos, siendo entrenador de la selección y clasificándonos a un Mundial después de 36 años de ausencia. Este sábado, dice un post de una página peruana de memes, el arquero bailarín volverá a pisar el Ahmad Bin Ali Stadium, “el lugar donde nos conocimos”, para el cruce de octavos de final. “Sueño con que le ataje un penal a Messi”, le digo a un colega peruano por WhatsApp. No habrá corazón argentino que soporte esa derrota. La lista que encabeza Mario Götze tiene un espacio que aguarda por Andrew Redmayne. La palabra paternidad jamás se incluirá en los kilómetros de tinta que narrarán aquella gesta.
Fotografía de Getty Images.
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