Escándalo en Puebla: seis jugadores habrían sido separados por indisciplina | OneFootball

El Club Puebla se encuentra en el ojo del huracán. Más allá de su complicado momento en la Liga MX, el equipo camotero enfrenta ahora una crisis interna luego de que trascendiera que varios futbolistas del primer equipo fueron separados del plantel por presuntas indisciplinas fuera del campo.

Seis futbolistas señalados en la polémica

De acuerdo con distintos reportes, los jugadores involucrados serían Ángel Araos, Raúl Castillo, Owen González, Luis Gabriel Rey, Franco Moyano y Juan Gómez, quienes no fueron convocados por el técnico Hernán Cristante para el partido de la Jornada 12 ante Querétaro.

Aunque el club no ha emitido un comunicado oficial explicando la situación, las versiones apuntan a que los futbolistas fueron separados temporalmente del grupo y entrenan por su cuenta, mientras la directiva analiza las medidas disciplinarias que podrían aplicarse.

Silencio oficial, rumores crecientes

Desde la cúpula del club se ha intentado minimizar el tema, negando que la ausencia de los jugadores se deba a motivos extradeportivos. Sin embargo, el hecho de que seis elementos clave quedaran fuera simultáneamente ha generado especulaciones entre la afición y medios locales.

La decisión de apartarlos llega en un momento crítico, pues el Puebla pelea por salir de los últimos lugares de la tabla y no puede darse el lujo de perder efectivos.

Crisis de vestidor en el momento menos oportuno

La situación pone en entredicho el manejo interno del vestidor y la autoridad del cuerpo técnico, justo cuando Hernán Cristante intentaba estabilizar el rumbo del equipo. En lo deportivo, la Franja necesita sumar puntos urgentes para aspirar al Play-In, pero este tipo de episodios amenaza con desviar por completo la atención de los jugadores.

Mientras tanto, la afición poblana exige claridad y disciplina, consciente de que la credibilidad del proyecto depende tanto del rendimiento en la cancha como del compromiso fuera de ella.

La polémica sigue abierta y, por ahora, el Puebla intenta apagar el incendio que amenaza con extenderse más allá del terreno de juego.