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·9 de julio de 2024
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España y Francia. Francia y España. Una rivalidad eterna. Inmensa. El Allianz Arena dictará sentencia el martes 9 de julio, a partir de las 21:00 horas. Noche de goce para el espectador imparcial. De saborear durante noventa minutos la letalidad individual francesa frente al delicioso juego del colectivo español. Todo lo contrario para la afición de cada país. Una hora y media de sufrimiento esperando que su selección sea la que clasifique para la final del domingo 14 de julio.
España está siendo la mejor selección del torneo. Puede decirse sin tapujos. La selección de Luis de la Fuente está practicando un juego divertido y ganador. Engancha al espectador y somete al contrario. Desde una defensa que comienza por el despliegue físico y el gen competitivo, hasta unos extremos que atacan como puñales a la zaga rival que termina por ser noqueada. Un sistema que tiene como ejes centrales a Rodri y Fabián. La época dorada de La Roja, de 2008 a 2012, fue una selección comandada por centrocampistas. La de hoy tiene como principal motor de inyección a las bandas, con la verticalidad y creatividad de Nico y Lamine.
Nuestra selección ilusiona. Y mucho. Una ilusión que se explica por la goleada a Croacia, el dominio ante Italia o el saber sufrir ante los alemanes. Todos los alicientes están puestos sobre la mesa, pero ahora quedan dos últimos escalones que nos permitan ascender al cielo de Alemania.
Nico Williams, de la selección española, en el partido contra Alemania. (Photo by Dean Mouhtaropoulos/Getty Images)
Francia es camaleónica. Una selección que cuando tiene que dominar, domina. Un equipo que a la hora de sufrir, sufre como nadie. Es obvio que el juego de los de Deschamps no es el más vistoso, pero ha demostrado en los últimos torneos que es una de las selecciones más competitivas. Un sistema basado en la solidez defensiva con colosos como Saliba o Koundé. Un centro del campo incansable con Kanté, Tchouaméni y Camavinga. La delantera liderada por Mbappé tiene el arma encasquillada, pero pólvora de sobra para perforar la zaga española.
Kylian Mbappé en el partido ante Portugal. (Photo by Alex Grimm/Getty Images)