Explosión ¿Se van Di Luciano y Rivera? | OneFootball

El Taladro recibe ofertas millonarias desde Rusia y Emiratos Árabes por sus dos joyitas, que podrían dejar Luis Guillón en este mercado.

El predio de Luis Guillón, habitualmente escenario de la preparación física y táctica del Club Atlético Banfield, se ha convertido en estos días en el epicentro de un incesante murmullo. No es el viento invernal el que susurra, sino el eco de dos ofertas formales que sacuden los cimientos del Taladro. Ramiro Di Luciano y Gerónimo Rivera, dos de las promesas más rutilantes surgidas de la cantera banfileña, están a un paso de armar las valijas y emprender vuelo hacia destinos exóticos y millonarios.

La directiva albiverde, con el pulso firme pero la calculadora en mano, se muestra dispuesta a negociar. El objetivo es claro: inyectar savia nueva en las arcas del club, una necesidad recurrente en cada receso. Y la ecuación parece cerrar, porque las propuestas que llegaron, ambas desde el exterior, se acercan a las pretensiones económicas de Banfield por el 50% del pase de cada futbolista. La pelota, ahora, está en los pies de los protagonistas.

Desde las gélidas estepas rusas, el CSKA de Moscú ha puesto sus ojos y sus billetes sobre Ramiro Di Luciano. El lateral derecho, un verdadero tractor por la banda, ha cautivado a los visores europeos con su despliegue incansable y su capacidad para proyectarse. Treinta y tres partidos, tres asistencias y una titularidad casi inamovible son los pergaminos que lo avalan, a pesar de su juventud. Los rusos lo quieren para la próxima temporada y ya aceleran las gestiones para sumarlo a sus filas.

Mientras tanto, del otro lado del mapa, bajo el sol abrasador de los Emiratos Árabes Unidos, una propuesta seductora ha aterrizado por Gerónimo Rivera. El extremo, pura gambeta y desequilibrio, ha sido un dolor de cabeza constante para las defensas rivales en el fútbol argentino. Sesenta y siete partidos, ocho goles y seis asistencias hablan de su influencia en el ataque del Taladro, consolidándose como uno de los juveniles más afianzados del último tiempo. El destino exacto se mantiene en reserva, pero el interés es concreto y la oferta, contundente.

A pesar del torbellino que se genera a su alrededor, Di Luciano y Rivera muestran una sorprendente madurez. Lejos de desenfocarse, ambos continúan con la puesta a punto en la pretemporada bajo las órdenes de Pedro Troglio, en ese predio de Luis Guillón que podría estar despidiendo a dos de sus grandes talentos en las próximas semanas. El fútbol, ese deporte que mueve pasiones y millones, parece listo para abrirles las puertas del mundo. ¿Será este el adiós de dos joyas que prometen brillar aún más lejos de casa?

Imagen Web: launion.com.ar