Falcao: perdónalos, porque no saben lo que hacen | OneFootball

¿Cuál es el fin de traer a uno de los fichajes más importantes en la historia del FPC si quienes lo rodean no parecieran estar a la altura?

Estas palabras se tratan de escribir en el equilibrio de la cabeza fría y las emociones calientes, luego de la caída de Millonarios ante Atlético Nacional por el Torneo Finalización 2024. La casa de fiesta, El Campín pintado de azul, los invitados animados hasta el tope y la orquesta simplemente desafinó. Y lo que debió ser celebración, terminó convertido en desilusión.

Mira aquí las fotos del superclásico entre Millos y Nacional.

Fantasmas aparecen del semestre pasado. Un equipo que pareciera tener una materia prima ideal para conquistar las metas, pero con una mentalidad aún de equipo en construcción y sin bases. Y con ello un director técnico empeñado en sabotearse a sí mismo y a lo que podría ser un equipo de época.

El semestre inició con la ilusión que dio (y sigue dando) el “sí quiero” de Falcao García. El mejor delantero que ha parido este país en toda su historia, llegó con toda su experiencia para ponerla al servicio de un equipo que, tras 4 años de proceso, debería sentirse más aceitado, más armado, más compenetrado de lo que parece en la cancha.

Porque Gamero no tiene excusas en cuanto a que lleva 4 años completos dirigiendo a Millonarios, y por momentos, no pareciera saber que hace. Anoche puso a debutar a Welch, quien no llegó preparado al reto. Si pueden repetir la toma de TV de los himnos, al parecer el panameño no sabía a donde había llegado y la exigencia que se espera en un partido que nunca se querrá perder.

Malas entregas, patadas sin un fin claro, improvisación al 100%, todo hace parte del balance de un pésimo debut que duró tan solo 23 minutos. Ese fue su sacrificio por su cuota de responsabilidad en la expulsión de Iván Arboleda, que a su vez desnudó que Gamero improvisó completamente al darle la titularidad en un partido clave. A Welch lo desbordó el contexto, y eso podría marcar el derrotero de su estadía en Bogotá.

Pero la pérdida del partido no se queda ahí. Si bien es cierto una expulsión siempre condiciona al equipo que la sufre, no quiere decir que todo está perdido. Innumerables veces en la historia del fútbol conjuntos con un jugador menos han sacado victorias adelante, incluso dando vuelta al marcador. “De los equipos con 10, líbrame señor” reza el dicho popular. Pero ¿y cuándo los que están en cancha parecieran tampoco querer jugar?

A Gamero el puesto de lateral izquierdo se le está volviendo año tras año una pesadilla. En su momento las críticas se dirigían a Elvis Perlaza, que a pesar de todo coronó Liga y Copa (y ojo, eso no lo hace Roberto Carlos). Ahora el ‘San Benito’ está puesto en Danovis Banguero. El otrora lateral rápido, veloz, habilidoso y puntilloso del Tolima es ahora un lento, pesado, y mal centrador lateral de Millonarios. Gamero lo trajo al embajador por lo que fue, no por lo que es, ni por lo que pueda llegar a ser. Y con esto quita oportunidades a Yohan Hernández, quien despuntaba como una gran alternativa para ese puesto y que no se sabe si no juega por lesión o por decisión técnica.

¿Y qué pasa con los demás? Un Llinás que es un manojo de nervios en cada pelota al área, un Macalister que entrega mal y se le ve incómodo, un Alfonzo que olvidó centrar bien, un Leo que está más dedicado a pelear que a jugar. ¿Se les olvidó jugar? ¿No les da pena con Falcao, que hizo sacrificios para traer a su familia solo por jugar en Millonarios? Triste fueron las imágenes del ‘Tigre’ buscando meter enjundia a un grupo de jugadores que pareciera haberla perdido y les cuesta encontrarla. Y peor las imágenes de desespero en el banco de suplentes, porque el gol de Banguero (que no lo salva de una actuación llena de errores), debió ser el revulsivo de energía que este equipo necesita desde hace meses, pero terminó siendo de nuevo un bálsamo efímero que solo alegró el momento previo a la desilusión final.

Será difícil que Falcao se anime si Millonarios continúa con la improvisación, la falta de trabajo táctico, los errores infantiles, la carencia de buenas decisiones (dentro y fuera de la cancha) y el hecho de que, siendo un 9 de esos que meten miedo, le lleguen apenas un par de centros (entre tantos muy mal ejecutados), tiros de esquina al primer palo, y pases filtrados fáciles de cortar.

Al final el ‘Tigre’ les dio una lección que ya debieron haber aprendido hace mucho en el FPC: del árbitro mejor no hablar, entender que contra eso se juega siempre y ser un equipo por encima de todo eso. (Y si, Gallo tuvo una noche para el olvido, pero no por eso perdió Millonarios).

Falcao: perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Absalom Herrera AceroX: @AbsalomHerreraA