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·5 de diciembre de 2025
Flick, atrapado en el rompecabezas: las dudas que agitan al Barça antes de visitar al Betis

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·5 de diciembre de 2025

El Barça aterriza en Sevilla con la moral alta, pero también con la sensación de que el once sigue escrito a lápiz. Hansi Flick encara la visita al Betis con más preguntas que respuestas, atrapado entre la necesidad de dar continuidad a un equipo que por fin mostró solidez ante el Atlético y la tentación, o la obligación, de recomponer un centro del campo que no ha encontrado estabilidad en toda la temporada.
Desde fuera, el regreso de jugadores importantes podría interpretarse como una bendición. Pero dentro del cuerpo técnico hay prudencia, e incluso cierta inquietud. Fermín López y Frenkie de Jong apuntan a reaparecer, sí, pero lo hacen después de semanas sin ritmo competitivo. ¿Deben ser titulares? ¿O es mejor no alterar una estructura que por fin transmitió fiabilidad? Flick no lo tiene claro, y no lo esconde. Hansi Flick declaró en rueda de prensa que el mediapunta andaluz tendrá minutos seguro, pero todavía no estará en el once titular.
Tampoco ayuda la ausencia ya confirmada de Dani Olmo, baja de peso en un escenario que exige pausa, lectura y creatividad. Su lesión abre un vacío que nadie ha conseguido ocupar con continuidad. Y ahí nace el principal dilema del técnico: ¿arriesgar con una sala de máquinas sin rodaje o apostar por perfiles más físicos y verticales para sobrevivir a un Betis que en casa acostumbra a dictar el ritmo?
Hansi Flick en el entreno previo al Betis-Barça. Foto: Barça
La situación invita a pensar que Flick sigue en pleno laboratorio, incluso en diciembre. Ha utilizado una quincena de combinaciones distintas en el mediocampo, sin dar, todavía, con una fórmula reconocible que encaje con su idea de presión coordinada y circulación veloz. Y ante un Betis que destaca por la calidad individual y la agresividad de sus interiores, improvisar puede tener un alto coste.
El entrenador alemán lo sabe y lo repite: el Barça necesita automatismos, necesita sentir que todos los engranajes giran en la misma dirección. “Cuando estamos conectados, todo funciona”, ha insistido estos días. El problema es que esa conexión aparece por momentos, no de forma continuada.
Aun así, Flick viaja a Sevilla con la sensación de que el equipo está creciendo. El triunfo ante el Atlético alimentó la confianza del vestuario, pero el examen del Benito Villamarín exige todavía más: orden, carácter, inteligencia táctica y, sobre todo, una alineación que no sea un experimento de última hora.
En un Barça que empieza a recuperar soldados, pero no certezas, el verdadero partido de Flick empieza antes del pitido inicial. Y pasa por una decisión tan simple en teoría como compleja en la práctica: elegir quién forma parte de un centro del campo que lleva meses buscando dueño.
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