Flick explica su enojo tras el 3-1 del Barcelona al Alavés | OneFootball

El FC Barcelona dejó atrás su derrota ante el Chelsea al vencer 3-1 al Deportivo Alavés el sábado en el Spotify Camp Nou. El equipo recuperó sensaciones positivas, aunque no logró disipar todas las dudas creadas durante la semana. Además, Hansi Flick reconoció que aún existe un amplio margen de mejora para consolidar el proyecto.

Sin embargo, la atención tras el triunfo cambió rápidamente hacia el técnico alemán. Una imagen de Flick sentado en el banquillo, con gesto abatido, se volvió viral entre los aficionados. La escena generó inquietud, ya que muchos interpretaron que el entrenador atravesaba un momento de agotamiento emocional.

A pesar de ello, la situación adquirió un matiz más complejo cuando apareció Raphinha. El brasileño se acercó al entrenador y conversó brevemente con él como gesto de apoyo. La imagen reforzó la idea de un ambiente cargado tras días llenos de tensión competitiva.

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Incidentes arbitrales, expulsiones y claves del enfado de Flick

Posteriormente surgieron versiones que apuntaban a que Flick se sentía “agotado e indefenso” después de una semana muy exigente. Sin embargo, Mundo Deportivo aclaró que no existía ningún conflicto interno grave dentro del vestuario. Según el medio, Flick estaba enfadado por una serie de situaciones ocurridas durante el partido contra el Alavés.

Para comenzar, el técnico terminó el encuentro irritado con el cuarto árbitro Álvaro Cánovas García-Villarrubia. Las expulsiones al entrenador de porteros José Ramón de la Fuente y al asistente Marcus Sorg desataron parte de su frustración. Ese incidente afectará directamente a la planificación, ya que ambos estarán fuera ante el Atlético de Madrid y el Real Betis.

Además, Flick también cargó con enojo tras un penalti no señalado sobre Lamine Yamal en la primera mitad. Víctor Parada derribó al extremo dentro del área, pero el árbitro Miguel Ángel Ortiz Arias no marcó infracción pese al contacto evidente. Tampoco intervino el VAR bajo la supervisión de Jorge Figueroa Vázquez, lo que aumentó la molestia del entrenador.

Con todo esto, Flick terminó el partido visiblemente contrariado pese al triunfo por 3-1. No obstante, encontró en Raphinha un interlocutor cercano con quien desahogar parte de su frustración. El Barcelona ahora deberá enfocarse en recomponer la calma interna antes de enfrentar al Atlético de Madrid.