Un 10 Puro
·9 de noviembre de 2025
Florentino divide a la Junta Directiva del Real Madrid por la transformación en SAD

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·9 de noviembre de 2025

De momento, frenazo. El próximo gran proyecto de Florentino Pérez como presidente del Real Madrid, la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva, se mantiene en un tenso stand-by. La presentación del proyecto será pronto, pero no se sabe cuándo. Por dos motivos: el primero, que no son capaces de encajar la idea de sociedad que tienen, parecida a la del Bayern, en la legislación española, y eso que llevan más de dos años tratando el asunto con los más reputados bufetes españoles. Y la segunda, porque por primera vez en esta segunda etapa de Florentino Pérez como presidente blanco, hay una enorme división entre su directiva a la hora de proceder a esa transformación societaria.
Directivos de altísima confianza de Florentino Pérez, como Pedro Jiménez o José Luis (conocido como Chitín) del Valle, se han situado enfrente de la transformación. Primero, porque miran recelosos el poder que ha obtenido en el club Anas Laghrari, asesor financiero de Florentino Pérez en ACS y en el Real Madrid. Laghrari, que estuvo en el palco de Anfield como miembro de la expedición madridista sin pertenecer a la entidad, tiene que cumplir ante los acreedores del Madrid, esos a los que metió en el proyecto del nuevo estadio y de la explotación a todos los niveles de club y que, por diversas razones y pese a las pomposas cuentas que se presentarán en la Asamblea, no termina de ser la esperada.
Laghrari presiona para que la transformación sea ya, aunque para ello haya que saltarse los Estatutos del Real Madrid, que obligan a que tenga que ser una mayoría de los socios con derecho a voto (unos 90.000) los que aprueben el cambio societario. Del Valle, abogado de máxima confianza de Florentino, se opone de manera taxativa. Pedro Jiménez le secunda, como otros directivos veteranos. A Florentino se le ha descontrolado la directiva, pese a que en la última remodelación, hace solo unos meses, introdujo en la Junta a personal de su máxima confianza: al CEO del club, José Ángel Sánchez, el famoso JAS; al intendente de fontanería y director del Gabinete de Presidencia, Manuel Redondo; y al recién jubilado ex director de Peñas, Manuel Gómez Barrera, Churro para los amigos.
No es la primera vez que le pasa. Florentino tuvo dos insurrecciones en la directiva dos veces más, ambas en su primera etapa: cuando cesó a Del Bosque y despidió a Hierro, algo a lo que se opuso una parte de la Junta encabezada por el ya fallecido Fernández-Tapias, y cuando intentó cargarse la sección de baloncesto, con Ramón Calderón (si, fue directivo de Florentino) entre los que se negaban.
La situación es peliaguda. En su discurso en la pasada Asamblea, Florentino dejó claro que la transformación societaria es obligatoria, pese a su oposición en los 90 y los 2000 a que el Madrid fuera una SAD. Es un proyecto, pues, personal. Si pasa por referéndum entre todos los socios y no logra sacar el proyecto adelante, cosa bastante probable, al presidente blanco solo le quedará una salida: dimitir. ¿Alguno de sus asesores se lo habrá dicho?
De momento, una pincelada: el Real Madrid encargó, ya los saben si nos ven, una encuesta entre los socios, encargada a una consultora externa, para calibrar si la masa social es favorable o no al cambio societario. Planchazo: el 75 por ciento está en contra. Esta vez tiene pinta de que hará falta algo más que un Figo para conseguir la aprobacion…
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