Madrid-Barcelona.com
·17 de noviembre de 2025
Florentino Pérez dice basta, aceptará los 80 millones del Chelsea, ya ha visto suficiente

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Eduardo Camavinga vuelve a la lista de lesionados del Real Madrid, no es la primera vez, ni parece que vaya a ser la última. Unos problemas en los isquios y una sobrecarga en el bíceps izquierdo le han obligado a regresar a España desde Francia.
La intención era clara: tratarse en Valdebebas y no arriesgar su físico. Nada grave, según el club, pero suficiente para cortar otra vez su ritmo de entrenamientos y partidos.
Camavinga ha vivido varios años en el Bernabéu, pero siempre de manera intermitente. Las lesiones le han impedido consolidarse como titular fijo. Esa irregularidad preocupa a la directiva y, sobre todo, a Florentino Pérez.
El problema no es solo físico, Camavinga tiene momentos de brillo que dejan claro su talento. Sin embargo, no logra mantenerlos de forma constante. Los aficionados lo han visto destacar en Clásicos y partidos grandes, pero también desaparecer en encuentros aparentemente asequibles, como los de Anfield o Vallecas.
La situación de Camavinga en el Madrid | Getty Images
Esa irregularidad ha sido un quebradero de cabeza. Florentino quiere jugadores fiables, que puedan contar con ellos semana tras semana y Camavinga todavía no ha demostrado esa estabilidad. Tanto en lo futbolístico como en lo físico, porque, en realidad, uno depende del otro, si su cuerpo falla, su rendimiento también lo hace.
El Chelsea lleva tiempo siguiendo al francés, están dispuestos a pagar 80 millones de euros por él. Una cifra importante, que refleja el valor que sigue teniendo a pesar de sus problemas y, según fuentes, Florentino Pérez ya ha dicho basta. Si el Chelsea cumple con esa oferta, el presidente madridista no lo pensará dos veces.
No se trata de falta de confianza, se trata de pragmatismo. Florentino necesita decisiones claras para la planificación deportiva, y Camavinga, con sus constantes problemas físicos, se ha convertido en una apuesta demasiado incierta.
La gran misión de Camavinga es simple: encontrar la estabilidad, convertir esos destellos de talento en constancia. Que el jugador que deslumbra en un Clásico sea el mismo que compite con intensidad en cualquier estadio. El Real Madrid lo sabe, él también lo sabe, pero el tiempo pasa, y la paciencia no es infinita.
Ahora mismo, la prioridad es que Camavinga cuide su físico y recupere su mejor versión. Si no lo logra, el club no dudará en aceptar la oferta del Chelsea, 80 millones. Una cifra que le permitirá al Madrid reforzar su plantilla con garantías.









































