Florentino pide opinión a los pesos pesados y lo que le han dicho no le ha gustado nada. Xabi Alonso, tocado | OneFootball

El ambiente en el vestuario del Real Madrid empieza a enturbiarse. Lo que parecía un proyecto sólido bajo el liderazgo de Xabi Alonso ha comenzado a generar dudas dentro y fuera del club.

Florentino Pérez, preocupado por algunas señales de desgaste y por los resultados de las últimas semanas, decidió preguntar directamente a los pesos pesados del vestuario su opinión sobre el técnico.

Es una práctica habitual del presidente blanco. Acostumbra a estar bien informado bebiendo de todas las fuentes. Y lo que escuchó no fue precisamente lo que esperaba.

La figura de Xabi Alonso había llegado al Real Madrid con el aura del nuevo líder, el entrenador destinado a dar continuidad al legado de los grandes técnicos del club.

El empate de Vallecas ha abierto la herida en el vestuario blanco | Getty Images, Madrid-Barcelona

Sin embargo, en el interior del vestuario, algunos futbolistas empiezan a no entender sus métodos ni la rigidez de su propuesta táctica. Según fuentes cercanas al vestuario blanco, Florentino ha recibido comentarios preocupantes.

En ellos se apunta a una falta de conexión entre el entrenador y un grupo importante de jugadores.

El vestuario se siente desconectado

Varios futbolistas han transmitido a la presidencia su sensación de confusión. Consideran que Xabi Alonso ha impuesto un estilo demasiado rígido. Y un sistema que limita la creatividad en ataque y penaliza a jugadores de talento como Rodrygo o Brahim.

Otros, como Valverde o Tchouaméni, echan de menos la libertad táctica que tenían con Ancelotti. Con el italiano el equipo se movía con más naturalidad y menos restricciones.

El mensaje que ha llegado a Florentino es claro: el vestuario no entiende del todo lo que quiere transmitir Xabi. Las charlas tácticas son densas, los cambios de posición constantes y el tono del técnico, en ocasiones, demasiado distante.

No hay un motín, y sí el máximo respeto hacia el jefe del vestuario. Pero sí una creciente incomodidad. En un club como el Real Madrid, esa sensación puede ser el principio de un problema mayor.

Florentino, sorprendido y preocupado

El presidente no esperaba un diagnóstico tan frío. Florentino confía plenamente en Xabi Alonso, al que considera una figura llamada a marcar época en el banquillo blanco. Pero lo que ha escuchado de algunos de sus futbolistas más influyentes le ha dejado pensativo.

Entiende que el vestuario necesita unidad y que el mensaje del técnico debe llegar con más fuerza.

La preocupación crece porque el calendario no da tregua y los próximos partidos pueden marcar el rumbo de la temporada. En el club se teme que la falta de sintonía derive en un problema de rendimiento.

Florentino ha pedido calma y respaldo al técnico, pero también ha dejado claro que espera una reacción inmediata. El Real Madrid no puede permitirse grietas internas en pleno proceso de reconstrucción.

Xabi Alonso, tocado pero no hundido

En el entorno del entrenador son conscientes de la situación. Xabi Alonso ha percibido cierta frialdad en algunos jugadores y no ignora los rumores que circulan en Valdebebas.

Su reto ahora es recuperar el control del vestuario y volver a generar confianza. Sabe que Florentino lo apoya, pero también que en el Real Madrid las lealtades dependen siempre de los resultados.

El técnico ha empezado a revisar su plan táctico y medita introducir ajustes para dar más libertad ofensiva. Su idea sigue siendo firme, pero está dispuesto a adaptarse si eso significa recuperar la comunión con el grupo.

Entre la directiva no se acaba de ver claro que el giro del equipo hacia el toque y la posesión. Y la renuncia a la contundencia de su pegada. Mbappé no disparó un solo balón a puerta en el último partido de Vallecas.

Y preocupa que, influido por Guardiola, Xabi Alonso se aproxime a la idea de la posesión sin ton ni son.

De momento, en el club nadie se plantea un cambio de entrenador. Aunque el mensaje del presidente ha sido claro: el Real Madrid necesita soluciones, no excusas.