Fluminense derrota a Al Hilal en un partidazo y es semifinalista del Mundial de Clubes | OneFootball

En otra estación de su recorrido de ensueño, el Fluminense derrotó el viernes 2-1 a Al Hilal en Orlando y avanzó a las semifinales del Mundial de Clubes, que podrían vivir un cruce completamente brasileño si Palmeiras supera más tarde al Chelsea.

Un triunfo del Verdão ante la escuadra inglesa en Filadelfia (01H00 GMT del sábado) garantizaría que el fútbol brasileño, la gran sensación de este primer Mundial, tenga un representante en la gran final del 13 de julio.

El otro lado del cuadro está monopolizado por el fútbol europeo. París Saint-Germain, el flamante monarca del continente, enfrentará el sábado en su cruce de cuartos al Bayern de Múnich y el Real Madrid se medirá ese mismo día al Borussia Dortmund.

La ronda de cuartos, con los ocho supervivientes de los 32 clubes que arrancaron el campeonato, se puso en marcha en el estadio Camping World de Orlando con un pulso de 'matagigantes' en el que Fluminense supo golpear en los momentos adecuados.

Cariocas y sauditas, los verdugos en octavos del Inter de Milán y Manchester City, ofrecieron un pulso vibrante con tres goleadores brasileños, Matheus Martinelli y Hércules para Fluminense, y Marcos Leonardo para Al Hilal.

Como había augurado Renato Gaúcho, preparador de Fluminense, sus pupilos compensaron con garra y juego la inmensa superioridad presupuestaria del Al Hilal, que en los últimos años tiró de chequera para atraer a figuras como Joao Cancelo o Bono.

- Un heroico Hércules -

Uno de los mejores arqueros del campeonato, el marroquí Bono no pudo hacer nada cuando en el minuto 40 Matheus Martinelli recibió la pelota en el área y soltó un zurdazo directo a la escuadra contraria.

El arquero brasileño Fábio, el jugador más veterano del torneo con 44 años, sí evitó el empate en el tiempo agregado con un espectacular vuelo para despejar un cabezazo de Kalidou Koulibaly.

En el 51, en otra pelota parada, el central francés volvió a ganar por arriba a la zaga brasileña y cedió de cabeza para Marcos Leonardo, que remachó en el área pequeña y empató el marcador.

Los pupilos de Simone Inzaghi adelantaron líneas en busca del triunfo cometiendo algunos descuidos fatales.

En el 55, Renan Lodi se equivocó en un pase hacia Bono y le regaló al argentino Germán Cano un mano a mano con el portero marroquí, que le arrebató la pelota en una gran estirada.

El héroe de Fluminense acabó siendo Hércules. El aguerrido centrocampista robó la pelota en campo saudita y, tras un primer disparo desviado, volvió a desmarcarse en el área y de potente remate convirtió el gol del triunfo en el 70.

- Lágrimas por Diogo Jota -

Los cuartos del Mundial vivieron unos emotivos prolegómenos con un momento de silencio por la muerte del delantero portugués Diogo Jota y su hermano menor André, en un accidente de tráfico ocurrido el jueves en España.

La FIFA, cuyo presidente Gianni Infantino se encontraba en el palco, decretó este homenaje previo en todos los cruces de la ronda.

Los portugueses Joao Cancelo y Ruben Neves, figuras de Al Hilal, no pudieron contener las lágrimas en el recuerdo a su buen amigo y excompañero de selección.

La noticia también fue un mazazo para muchos integrantes de los planteles de Palmeiras y Chelsea, como el punta portugués Pedro Neto, quien coincidió con Diogo Jota en el Wolverhampton inglés.

El técnico del Chelsea, Enzo Maresca, dejará en manos de Neto la decisión de jugar este viernes frente a Palmeiras en el Lincoln Financial Field de Filadelfia.

- Estêvão ante "su" Chelsea -

En el plano deportivo, buena parte de la atención de estos cuartos se concentrará en Estêvão, la joya brasileña del Palmeiras, y su desafío al Chelsea, su próximo equipo.

El extremo, de 18 años, dará el salto a la Premier League en un traspaso valorado en más de 60 millones de dólares.

Internacional con la selección 'canarinha', Estêvão quiere seguir retrasando su mudanza a Londres como ya hizo con el triunfo de octavos ante otra escuadra brasileña, Botafogo.

Orlando, Estados Unidos. AFP.