¡Fuera “mal de ojo”! Madrid y Alonso dijeron presente | OneFootball

El Clásico español, ese partidazo que paraliza el planeta fue, este domingo 26 de octubre, para el Real Madrid de Xabi Alonso, que se lució en el Santiago Bernabéu con una pizarra de 2-1 final contra el FC Barcelona; pero, ojo, no fue un resultado cualquiera: fue un verdadero campanazo. Los merengues no solo se llevaron los tres puntos, sino que por fin le metieron el freno a una racha adversa de cuatro Clásicos sin saborear una victoria, reafirmando además su liderato en la tabla por encima de los culés. Este triunfo es un espaldarazo de oro para el proyecto de Xabi Alonso. El Madrid demostró garra, orden y, sobre todo, una pegada letal con sus figuras.

Puntillazo merengue desde el ¡vamos!

Desde el pitazo inicial, el Madrid salió a comerse la cancha, con un Jude Bellingham que parecía el propio «dueño del circo» en el medio campo y la velocidad endiablada de Vinícius y Kylian Mbappé por las bandas, el equipo blanco generó peligro constante. La intensidad fue bestial. A pesar de que el VAR anuló un gol temprano de Mbappé, el francés no se achicó. Al minuto 22, en una jugada magistral con Bellingham, el futbolista galo la mandó a guardar con un remate cruzado que puso el 1-0 y prendió la fiesta en el Bernabéu.

El Barça, sin embargo, mostró orgullo. Los de Hansi Flick consiguieron empatar por medio de Fermín López, aprovechando un despeje flojo en el área para fusilar a Courtois. Pero la alegría azulgrana duró menos que un dulce en la boca de un niño. Apenas cinco minutos después, el Madrid cobró la ventaja de nuevo: Vinícius metió un centro, Militao la bajó con la cabeza y Bellingham, un agresivo cazador de área, remató a placer para el 2-1 antes del descanso. Un golpe psicológico, un auténtico “gancho a la barbilla” para el Barça.

Xabi es un “sabio”

El complemento se convirtió en una demostración de juego con orden y cabeza fría por parte del equipo de Xabi Alonso que, consciente de la situación y la ventaja bajó las revoluciones, apostando por la posesión y el control táctico para cerrar espacios. A pesar de que Mbappé falló un penalti al 52’ que hubiera sentenciado el partido el control territorial de los blancos fue inobjetable. El Barcelona, por su parte, intentó, pero sin la claridad necesaria para romper la telaraña defensiva merengue. Los intentos se quedaron en más ganas que otra cosa. El porcentaje de posesión (65% para el Barça) no se tradujo en oportunidades claras. La defensa liderada por Courtois y Militao estuvo impecable, firme como un policía de punto.

No hay ¡cama pa’ tanta gente!

El pitazo final del colegiado Soto Grado fue un grito sordo para los blaugranas. El Real Madrid no solo se embolsilló una victoria en el partido más importante, sino que recuperó la hegemonía en el Clásico que se le había convertido en sal y agua en el último año. Con este resultado, el equipo de Xabi Alonso se afianza en lo más alto de la clasificación. El Madrid no solo rompió el maleficio de cuatro juegos sin ganarle a su eterno rival, sino que le sacó una ventaja de puntos que, a estas alturas de la temporada, es un tesoro.

El Barça terminó con la frustración al tope, evidenciada con la expulsión de Pedri en el tiempo añadido. El Real Madrid demostró una vez más que, en su casa, y con sus estrellas encendidas, es un equipo imparable y que el liderato de La Liga, por ahora, tiene sabor a merengue. ¡Veremos!

Comentarios del Fútbol Sin Pausa a @nestor_beaumont