Giménez ya no es intocable en el Atlético de Madrid | OneFootball

Giménez ya no es intocable en el Atlético de Madrid | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: Dosis Futbolera

Dosis Futbolera

·17 de septiembre de 2025

Giménez ya no es intocable en el Atlético de Madrid

Imagen del artículo:Giménez ya no es intocable en el Atlético de Madrid

El club rojiblanco se reforzó en verano con criterio, buscando profundidad y solidez en defensa. Diego Simeone dispone ahora de una zaga equilibrada, con futbolistas capaces de adaptarse a todas las posiciones, algo que antes parecía un déficit.

Llegaron Lenglet, Marc Pubill, Hancko y Ruggeri, quienes se sumaron a piezas ya asentadas como Le Normand o Nahuel Molina. El resultado es una defensa más fuerte, pero también una consecuencia inevitable: el rol de José María Giménez está en entredicho.


OneFootball Videos


El central uruguayo es historia viva del Atlético. Más de una década en el club, capitán y referente en el vestuario. Sin embargo, su carrera ha estado marcada por un problema crónico: las lesiones musculares. En la mayoría de sus temporadas no ha superado los 30 partidos, lo que ha limitado su regularidad.

El curso pasado parecía romperse la mala dinámica. Giménez alcanzó los 39 encuentros, transmitiendo la sensación de haber dejado atrás sus contratiempos físicos. Pero en el Mundial de Clubes reapareció la pesadilla: otro percance que le apartó de la dinámica y, desde entonces, recaídas que no han permitido su regreso.

Lo deportivo no es lo único. Según apuntan voces cercanas al club, el jugador también atraviesa un momento delicado en lo anímico. Rubén Uría informó que el uruguayo está “destrozado”, mientras que otros analistas señalan incluso problemas personales. Lo cierto es que Simeone ya planifica sin contar con él.

La competencia, además, aprieta. Hancko ha irrumpido con fuerza, Pubill aporta polivalencia hasta como central, Lenglet se consolida y Le Normand es indiscutible. La ausencia de Giménez, antes un drama, hoy apenas se nota.

La realidad es clara: el capitán pesa más por lo que fue que por lo que puede aportar. El respeto a su trayectoria es indiscutible, pero el fútbol exige presente. Si no logra recuperarse, el Atlético deberá afrontar un debate incómodo: mantener a un símbolo o cerrar un ciclo marcado por la irregularidad.

Ver detalles de la publicación