Guardiola se traiciona ante el Arsenal | OneFootball

Siguen las tragedias para el Manchester City. Tras unas primeras semanas de dudas y malos resultados, Pep Guardiola se preparaba para celebrar una victoria contra el que supo ser su pupilo, Mikel Arteta, que alejaba al Arsenal de la carrera por el liderato. Un gol agónico de Martinelli hizo que la traición de Guardiola a su filosofía fuera en vano.

El comienzo del duelo entre celestes y rojos fue de mínimos, como ya es costumbre. Durante el primer tiempo, dentro del poco daño que se hacían ambos equipos, el City encontró una luz a campo abierto, una posibilidad de golpear; por esa vía encontraron muy pronto la ventaja gracias a un excepcional Erling Haaland. En medio de una serie de cabezazos y balones divididos donde parecía que la pelota no quería caer al suelo, el noruego recibió de espaldas y le sirvió un pase a Reijnders que se escapó en carrera. El delantero encendió la moto, se ofreció por el lado derecho y a él fue la asistencia; un descuido de Saliba permitió que el 9 se plantara mano a mano contra Raya y abriera la lata.

En la segunda parte, los visitantes tuvieron que sufrir para conservar la ventaja. El asedio del Arsenal fue absoluto, que desde los primeros minutos tuvo chances claras para conseguir el empate. Ahí apareció la más reciente incorporación de los cityzens, Gianluigi Donnarumma, para mantener a flote a los suyos en los momentos de mayor fragilidad. Y en el otro costado, Haaland, el otro argumento competitivo del equipo, intentaba aprovechar lo poco que le ofrecía su equipo; estuvo a punto de anotar el segundo en un contraataque, pero Raya también respondió.

Los visitantes se pasaron la última media hora muy cerca de su área, en modo supervivencia, despejando todo balón que se cruzaban. Guardiola metió al campo a Aké en lugar de Foden para armar una línea de cinco en defensa, renunció a tomar el control y se relegó a jugar como muy pocas veces lo había hecho. Casi le alcanza para llevarse un triunfo vital. El Arsenal caía en el desespero al no poder vencer a Donnarumma, pero el merecido premio llegó en el tiempo de descuento; al 90+3', un pase quirúrgico de Eze le permitió finalmente a Martinelli sentenciar el empate.