Guillermo Almada en el punto de mira | OneFootball

Hace dos semanas, durante el acto de entrega de insignias a los abonados del Real Valladolid, el copropietario del club, Gabriel Solares, fue preguntado por la situación de su técnico, Guillermo Almada, debido a la mala racha que atravesaba -y que aún atraviesa- el equipo. El directivo aseguró entonces que el entrenador contaba con su plena confianza y que esperaba que finalizara la campaña al mando del combinado blanquivioleta. Además, destacó que Almada es el tercer entrenador con mejor palmarés en la historia del club y justificó el mal arranque ligero del equipo alegando que en las etapas de Almada fuera de Uruguay, tampoco logró buenos resultados en los primeros meses, pero que después terminó batiendo récords.

Dos semanas y tres partidos después -incluido el encuentro frente al Estrela Amadora del Trofeo Ciudad de Valladolid-, esa confianza parece haberse debilitado. El Real Valladolid solo ha empatado uno de sus últimos cuatro encuentros, suma tres victorias de nueve encuentros en casa y acumula ya cuatro jornadas sin conocer la victoria.

Por ello, en la ciudad comienza a escucharse el runrún de que la plantilla que ha confeccionado Víctor Orta, carece de la calidad suficiente para poder asentarse en la arte alta de la clasificación, y en las oficinas del José Zorrilla, comienza a reinar un cierto clima de intranquilidad: las plazas de ascenso directo y de play-off, a once y cuatro puntos respectivamente, cada vez están más lejos. De hecho, el equipo está ahora más cerca del descanso -a tres puntos- que de los puestos de promoción-

Las estadísticas no dan puntos

Tras 16 jornadas disputadas, el Pucela parece repetir el mismo guion en cada encuentro. Su fútbol, bastante previsible, se basa en el juego por las bandas, con laterales de largo recorrido y extremos que buscan diagonales hacia dentro o irrumpen por pasillos interiores. También, destaca la presión alta en campo contrario, intentando robar en tres cuartos y generar peligro rápido desde esa zona, así como la elevada intensidad inicial, que va diluyéndose durante el transcurso del encuentro.

El equipo compite y muestra voluntad, pero en un fútbol moderno que se asemeja más a una partida de ajedrez que a un partido de este deporte, se necesita algo más. El plan de juego, tan reconocible como limitado, termina siendo en muchas ocasiones obstáculo para los de Almada, como como él mismo reconoció: “muchas veces nuestro rival somos nosotros mismos”.

Foto: Diario Valladolid

El técnico también ha defendido la idea de “ir más allá del resultado”, subrayando la frecuencia con la que el equipo llega al área rival. Sin embargo, la poca eficacia en ambas áreas, esta condenando al conjunto vallisoletano. El Real Valladolid es el conjunto que más ocasiones claras ha desaprovechado (38, seis más que el segundo, el Eibar) y el segundo que más disparos realiza por partido (15,6 de media). En el aspecto defensivo, es el segundo equipo que menos goles ha encajado (14), pero las pocas ocasiones que concede suelen ser suficientes para que el rival marque y deje al Pucela sin sumar de tres, debido a la elevada falta de gol.

El vestuario respalda a Almada

En la rueda de prensa del pasado miércoles, Iván Alejo, tercer capitán del equipo, mostró su apoyo a Guillermo Almada: “Si hay una propuesta para ascender es la de Guillermo Almada. Un equipo valiente, que va a buscar los partidos, apretamos arriba (…). Estamos a muerte con el entrenador“. El jugador se mostró confiado en revertir la mala dinámica, aunque reconoció que el vestuario se encuentra tocado: “Obviamente estamos fastidiados porque son ya cuatro jornadas sin ganar. Están siendo momentos muy difíciles.”, Alejo insistió en que el trabajo y la ambición existen, pero “la pelota no está entrando”, y pidió ala afición “un pelín de paciencia”.

Almada, ante dos finales

Aun así, el equipo no termina de arrancar. Suma cuatro jornadas sin conocer la victoria, solamente ha podido sacar 10 puntos de los últimos 30 (33%), lo que provoca que se coloque en 9º posición, más cerca del descenso que de los puestos de promoción. Por ello, Guillermo Almada se juega su futuro en los próximos dos partidos. Aunque, una derrota dolorosa en El Alcoraz podría hacer que el técnico se comiera el turrón en Uruguay.