Haaland pierde los estrivos ¿Qué demonios está pasando? | OneFootball

Erling Haaland vive un momento de contrastes. Mientras se concentra con la selección de Noruega de cara al amistoso del próximo jueves frente a Finlandia, el delantero del Manchester City no ha podido contener su frustración por una situación que le toca el corazón: el presente del Bryne FK, el club que lo vio nacer como futbolista.

En la madrugada del martes al miércoles, Haaland compartió un encendido mensaje en Snapchat en el que criticó duramente la reciente decisión del Bryne de rescindir los contratos de tres jugadores justo al cierre del mercado de fichajes. «¡Alza la voz, Bryne FK! ¿Qué demonios está pasando?», escribió visiblemente molesto. Su publicación rápidamente se viralizó, generando un debate en redes sociales sobre el momento y el tono del mensaje.

Lo que parecía un desahogo nostálgico, terminó levantando una ola de críticas por parte de algunos aficionados noruegos, quienes consideraron que el goleador debía estar enfocado exclusivamente en su compromiso con la selección. Noruega se prepara para enfrentar a Finlandia este jueves a las 18:00, y muchos señalaron que esas horas debían ser de descanso.

Lejos de ignorar los comentarios, Haaland respondió con sinceridad a las críticas. «Sí, debería, pero en mi antiguo club hay un caos y eso me molesta, así que no puedo dormir», afirmó. Sus palabras reflejan el vínculo emocional que aún mantiene con Bryne FK, donde dio sus primeros pasos antes de convertirse en una superestrella mundial.

La reacción de Haaland ha dejado claro que su ascenso al estrellato no ha borrado sus raíces ni su preocupación por el fútbol base noruego. Sin embargo, el episodio también pone sobre la mesa el dilema entre la pasión personal y la responsabilidad profesional cuando se es figura pública. ¿Exceso de sensibilidad o muestra de compromiso con su origen? El debate sigue abierto.

Lo cierto es que mientras en Bryne se desata la incertidumbre, en Oslo se espera que el goleador noruego vuelva a brillar, esta vez, con la camiseta nacional. Como siempre, con Haaland, lo personal y lo deportivo van de la mano.