Informa Fútbol
·17 de junio de 2021
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John Alberto Fernando Andrés Luigi Olof Guidetti, delantero sueco, nacido en Estocolmo, con 29 años cumplidos en el mes de abril, ha sido un trotamundos de los campos de fútbol en Europa llegando a militar hasta en diez equipos de Suecia, Inglaterra, Países Bajos, Escocia, Alemania y España. Actualmente juega en el Deportivo Alavés, y su historia está repleta de episodios de superación personal.
Las raíces de Guidetti son italianas por parte de su abuelo paterno, que en su juventud se fue a trabajar a Suecia, lugar donde conoció a su abuela, de origen sueco y brasileño. Sin embargo, a pesar de haber nacido en el país escandinavo, sus primeros contactos con el balón fueron en África. Su padre, Mike Guidetti, era un antiguo jugador de rugby que consiguió trabajo como director en una escuela sueca de Nairobi, la capital de Kenia, lo que llevo a la familia a establecerse en el lugar. John contaba con tres años en aquel entonces, y ahí fueron sus primeros contactos con el balón y con otras culturas haciéndose muy amigo de los habitantes de las barriadas que frecuentaba.
Estuvo tres años viviendo en Nairobi junto con sus padres y hermanas, pero a los seis, la familia Guidetti volvió a Suecia. Comenzó a jugar en la academia del IF Brommapojkarna, una de las mejores del país, donde creció futbolísticamente. Sin embargo, a su familia no le fue bien y tuvieron que regresar a la capital de Kenia cuando John contaba con diez años. En algún momento, recordando aquella etapa, el hoy delantero del Alavés decía: “No tienen comida, ni ropa, pero cada día dan gracias al Señor por el regalo de la vida”.
Durante su etapa en la capital africana, Guidetti no la tuvo fácil: “Lo primero que sucedió cuando empecé en el equipo fue que enterramos a nuestro capitán, que se ahogó junto con su hermano cuando iban a bañarse en una piscina de una gente adinerada después de un entrenamiento”. Esta experiencia le llevó a crear más adelante la ‘Guidetti Foundation’, que ayuda a través del fútbol a los niños desfavorecidos de Kibera y Mathare, dos barrios pobres de Nairobi.
En su momento, el presidente de Ligi Ndogo, equipo de Kenia en el que llegó a militar Guidetti antes de comenzar su carrera en Europa, dijo en referencia al sueco: “Siempre ha sido muy carismático. Después de los entrenamientos, se iba a buscar a otros chicos en los suburbios, en campos llenos de polvo, para jugar descalzo con ellos y endurecer su juego. Llegaba con moratones y arañazos, pero no se cansaba nunca”.
Una vez de regreso en Europa y cuando ya comenzaba a despuntar, algunos clubes llamaron a su puerta. Una de las aventuras que más recuerda el sueco tuvo que ver con un viaje a Milán, ciudad donde tenía una prueba con el Inter. Su padre alquiló un Fiat Punto, que a la postre, se terminó convirtiendo en hogar de la familia durante la semana que duró su estadía. La razón fue que se celebraba la Semana de la Moda en la ciudad, y las pocas plazas hoteleras disponibles tenían unos precios que no se podían dar el lujo de pagar, así que tuvieron que dormir en el coche. Sin embargo, su destino no fue Italia sino Inglaterra, y con 15 años de edad fue fichado por el Manchester City, que en aquel entonces era entrenado por un compatriota suyo, Sven-Göran Ericksson.
No llegó a triunfar en el club inglés y pasó por varias cesiones hasta que llegó al Feyenoord en Países Bajos. Ahí se sintió como nunca, y a sus 19 años de edad, coleccionó 20 goles en apenas 23 partidos, teniendo como entrenador al hoy encargado del Barcelona FC, Ronald Koeman. Sin embargo, el día de su vigésimo cumpleaños, Guidetti celebraba con su pareja y unos amigos y nada hacía presagiar que acabaría en el hospital. La ingesta de un alimento en mal estado le causó una infección que le afectó al sistema nervioso. A este episodio le siguieron dos años en los que vio peligrar su carrera, pero sus ansias de superación le llevaron a revertir la situación, y en la temporada 2014-2015 brilló en Escocia con el Celtic anotando 15 goles y dando 11 asistencias, para luego conseguir el campeonato de Europa Sub-21 con la selección de su país.
En España jugó en el Celta de Vigo, contribuyendo con 22 goles y ocho asistencias en 95 encuentros. Aparte de conquistar a los aficionados con su carisma y su positivismo condujo al equipo gallego a disputar las semifinales de la UEFA Europa League y la Copa del Rey. Actualmente milita en el Deportivo Alavés llegando a facturar ocho goles con cuatro asistencias.
Esa manera suya de ser tan particular se ha podido palpar varias veces. En una ocasión, con su castellano un tanto rudimentario, después de que junto a sus compañeros del Celta de Vigo lograran vencer al Real Madrid en el Bernabéu, se quejó del frío. El periodista sorprendido le dijo: «Pero si tú eres sueco», y su respuesta no se hizo esperar: “No, yo ahora ser galego”. Sin embargo, si de su espíritu de lucha se trata, tal vez una de las declaraciones que mejor lo representa fue aquella cuando se refirió a cuál sería su negocio en el futuro, una vez retirado: “Una floristería, para regalarle flores a todos los que no creyeron en mí”.
Sin duda alguna que John Guidetti ha sabido sobreponerse a las adversidades y ha demostrado un espíritu de lucha inquebrantable, desde que corría descalzo por los campos de Kenia, hasta el verde césped de los campos europeos. Aunque hoy en día su protagonismo ha ido mermando dentro de las alineaciones de su equipo, de seguro su espíritu de lucha lo llevará a otras aventuras que seguirán sorprendiendo y le harán tener que suplir una mayor cantidad de flores a unos cuantos incrédulos.