Iago Aspas sonríe y el celtismo disfruta | OneFootball

Foto: José Manuel Álvarez Rey / Getty Images

Iago Aspas es tan buen futbolista que no necesita estar en su mejor versión para ser decisivo. Su inicio de temporada no ha sido brillante y en varios partidos recientes se le vio sufrir más de lo habitual. Ayer tampoco comenzó con buen pie, errando pases que normalmente convierte en sencillos. Sin embargo, cuando el equipo más lo necesitaba, el capitán volvió a aparecer.

El gol del empate llevó su firma y llegó en un momento clave: justo antes del descanso, con un remate de cabeza a centro de Mingueza. No es habitual ver al moañés marcar de cabeza, pero Aspas domina todos los registros, especialmente los que tienen que ver con la épica. A sus 38 años sigue siendo el salvavidas del Celta.

En la segunda parte se echó al equipo a la espalda, repartiendo juego y generando ocasiones al calor de la mejoría colectiva. Se le vio disfrutar como hacía tiempo, algo que en sí mismo es una excelente noticia. Prueba de ello fue una acción ensayada en la que botó un córner para que Marcos Alonso enganchara una volea, y en la continuación de la jugada el madrileño volvió a centrar con peligro, frustrado solo por un despeje rival. En el siguiente saque de esquina, Aspas acudió al banderín sonriendo, gesto que dice mucho sobre su estado de ánimo.

Porque cuanto más disfrute Aspas, más disfrutará también el Celta con pases imposibles como los que intentó en el segundo acto y conducciones vertiginosas que no acabaron en gol por muy poco. Ojalá veamos su mejor versión con continuidad.