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·9 de octubre de 2025
Iago, Iago y siempre Iago Aspas

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Carácter combinado con una inmensa calidad, olfato para el gol y una visión propia de los mejores. Jugador de calle, de pista de barrio con la mecha corta pero con una inmensa facilidad para deshacerse de rivales. De pequeño soñaba con «xogar co Celta, cos maiores» y «marcar un gol bonito». Hoy en día lleva 531 partidos y 235 goles bonitos, como diría ese pequeño Iago.
Debutó en 2008 en el Helmántico ante la UD Salamanca de la mano de Alejandro Menéndez en una derrota por 3-1. Ese Celta estaba en Segunda División en una situación muy complicada tras pasar los mejores años de su historia. En la 2008/2009, también en Segunda, Iago Aspas puso, por primera y no última vez, su nombre en la historia de la entidad viguesa. Un joven de 21 años debutaba, en Balaídos, ante el Alavés. El 6 de junio de 2009, jornada 40 y el club se estaba jugando algo más que el descenso, debido a su compleja situación económica. Apareció el elegido. Saltó al verde en el 59′ por Óscar Díaz. Rondaba el minuto 80 cuando Dani Abalo ponía un balón al área. Allí estaba el joven Iago para anotar su primer gol «cos maiores». Cuando el partido estaba destinado al empate, Aspas se negó y, en el minuto 94, anotó su doblete para salvar al equipo de su vida.
Aspas celebrando el primero de sus goles (Faro de Vigo).
Su legado comenzaba ya en 2009. No acabaría aquí ya que tras 23 goles, luchando por el pichichi, en la temporada 2011/2012 llevó al Celta, de nuevo, a la élite del fútbol español. Una plantilla plagada de canteranos consiguió subir a Primera acompañando al eterno rival, el Deportivo de A Coruña. Iago ya empezaba a mostrarse en esta rivalidad, donde destaca la salvación del 4.01% de la siguiente temporada.
1 de junio de 2013. Celta vs Espanyol en Balaídos para cerrar la liga. Tras una temporada decepcionante necesitaba una carambola para la salvación. El Deportivo se enfrentaba a la Real Sociedad en Riazor. El famoso transistor echaba fuego. En el minuto 15, ¿quién si no? «Iago Aspas le rompió la cintura a Colotto, Natxo Insa por la escuadra la clavó», así lo relata la famosa canción de Coruña decime que se siente, originada tras esta agónica permanencia.
Tras dejar su huella en dos momentos vitales para el club de su vida, los grandes se pelearon por hacerse con sus servicios. Venció el Liverpool, que pagó 7.6 millones de libras y firmó al joven moañés que encandilaba al fútbol español. Sin embargo, las cosas no fueron como ambas partes desearían. Un chico familiar, acostumbrado a jugar en casa y estar con su gente no se acostumbró a la frialdad inglesa. Su carácter y pasión no le ayudaron a hacerse un hueco en una delantera con Luis Suárez y Sturridge.
Iago firmó por el Liverpool en 2012 (Sports Illustrated).
Tras un gol y una asistencia en 15 partido entre Premier y FA Cup dejó Inglaterra para volver a España. Para el recuerdo aquel córner que sacó provocando el resbalón de Gerrard y el gol de Demba Ba, impidiendo a los reds sumar su primera Premier League.
A las orillas del Guadalquivir su situación no cambió. Unai Emery, entrenador del conjunto hispalense, reconoció que debería haberle dado más minutos. Sumó una Europa League a su plamarés, donde anotó un gol. 25 partidos, 10 goles y una asistencia. Datos que le valieron para ser el pichichi de la Copa del Rey junto a Neymar.
En Nervión recuerdan su temperamento y su mecha corta tras un sonado encontronazo en el banquillo del Sánchez Pizjuán después de que Emery no le diese entrada al terreno de juego.
El 12 de junio de 2015, Iago Aspas volvió a casa y el resto es historia. Con Berizzo en el banquillo y haciendo tridente con Nolito y Orellana, el Celta se clasificó a Europa League. 18 goles y 5 asistencias en su temporada de regreso para firmar una campaña soñada llevando, de nuevo, al Celta a competición europea y a unas semifinales de Copa del Rey, que perdería ante el Sevilla.
La 2016/1017 fue una temporada de ensueño. Consiguió su primer trofeo Zarra gracias a los 19 goles en Liga. Rozó la gloria tras unas dolorosas semifinales de Copa del Rey ante el Alavés y la más que recordada semifinal de Old Trafford. »
, un equipo con jugadores de 40, 50, de 120 millones. Le quitamos el balón un grupo de amigos» declaraba Iago Aspas tras la falta de entendimiento entre Beauve y Guidetti. Entre lágrimas prometió dejarse la piel por volver a llevar al Celta a Europa y, como no, así lo hizo.
No sin antes ser la luz cuando todo estaba oscuro. Las siguientes temporadas en Vigo fueron agónicas. Salvaciones sobre la bocina, plantillas que no daban el nivel y decepciones constantes. Aspas seguía a un nivel altísima, sumando goles que le llevaron a ganar tres zarras seguidos en la 16/17, 17/18 y 18/19 con 19, 22 y 2o tantos. Gracias al conseguido en la 21/22 se convirtió en el futbolista con más trofeos Zarra, junto a David Villa. Ese es su nivel.
Antes de poner su nombre otra vez en la historia del club vigués, Aspas fue llamado para ser parte de la selección española en el Mundial de Rusia. Anotó un gol de tacón vital para pasar a octavos, donde se perdería ante Rusia.
Aspas anotó un gol vital ante Marruecos (ElDesmarque)
El de Moaña entró en la conversación con los mejores futbolistas españoles de la última década. Pero lo primero era salvar a su equipo. 30 de marzo de 2019. Tras una temporada donde las lesiones no le permitieron ayudar a su equipo. Tres meses de baja y una final ante el Villareal con diez jornadas por disputarse. Iago salió de cara pero, al descanso, el equipo caía por 0-2. Se echó el equipo a las espaldas y anotó dos goles que, sumados al de Maxi Gómez, fueron imprescindibles para la salvación. Tras ese encuentro el Celta sacaba la cabeza del pozo y con diez goles en los últimos diez partidos Iago consiguió, de nuevo, salvar al equipo de su vida. Tras ser sustituído, el de Moaña necesitaba sacarse todo ese peso de encima y rompió en llanto.
Aspas acabó roto ese partido (El Desmarque)
Iago continuó dejándose la piel por el equipo de su vida. Sus dolores de espalda son una de las causas de su sufrimiento, cargar con el peso de una ciudad no es sencillo. Su penúltima página en la historia del Celta la escribió hace poco. 25 de mayo de 2025. El Celta necesitaba ganar para sellar su clasificación europea. Más de 4.000 celtistas invadieron el estadio del Getafe para este histórico partido. El marcador era de 1-1 hasta que, de nuevo, ¿quién si no? Iago Aspas anotaba un gol que, ocho años después, cumplía su promesa. En la vuelta de Balaídos a Europa, el club vigués anotó su primer gol. ¿Quién si no? Iago Aspas ponía el 1-0 ante el PAOK con un cabezazo inexpugnable. Días más tardes, agrandó su leyenda tras el partido con ante el Atlético de Madrid. Tras entrar desde el banquillo y anotar el gol del empate, Aspas igualó a Manolo, o gran capitán, con 533 partidos con la entidad viguesa, convirtiéndose en el jugador con más partidos de sus 103 años de historia.
A Iago hay que disfrutarlo. Patrimonio del fútbol español y el mejor jugador de la historia del Celta. Un hombre de Moaña que escribió los hitos del club de su vida, todos con su firma y que, a sus 38 años, sigue pulverizando récords.. Un héroe que se tardará mucho en olvidar. Iago, Iago y siempre Iago Aspas.