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·10 de mayo de 2024
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Entrevistar a Jonah Radebaugh es lo más parecido a tener una charla con un amigo al que llevabas tiempo sin ver. Un buen tío, como él diría, aunque la primera vez escuchó tío en español se pensó que esas dos personas eran familiares. Solo lleva unos meses en UCAM Murcia y ya se ha convertido en un ídolo para la afición.
Jonah Radebaugh se ha convertido en un ídolo para la afición de UCAM Murcia | ACB Photo
El se define como un jugador explosivo, el que enciende la chispa del equipo cuando las cosas van mal, pero, por encima de todo, es un jugador defensivo. A Jonah Radebaugh le da igual los puntos que haya anotado, no afectará a su esfuerzo ni mucho menos a su intensidad defensiva.
Diego Acevedo – En el poco tiempo que llevas en Murcia, te has convertido en un ídolo para la afición, para los chavales. ¿Cómo te sientes al respecto?
Jonah Radebaugh – Me encanta. Hacía mucho tiempo que no recibía tanto cariño de una afición como ésta, sobre todo cuando estoy en la cancha. Si hago una jugada y el público se levanta y empieza a rugir y a corear MVP y cosas así, creo que me eleva a otro nivel. En el poco tiempo que llevo aquí, ha sido increíble.
DA – El verano pasado tuviste una oferta para ir aquí a Murcia, pero finalmente te decantaste por el Galatasaray. ¿Por qué en verano no y en febrero sí?
JR – Quería tener la oportunidad de estar más con el balón de lo que lo estaba en Valencia, sobre todo en ataque, pero no fue realmente como esperaba. Despidieron a nuestro entrenador, se produjeron algunos cambios en la dirección del equipo, y eso acabó determinando mi salida. Tenía algunos equipos pero mi principal objetivo era volver a España. Otros equipos se interesaron por mí, pero cuando nos enteramos de que UCAM Murcia estaba interesado, se acabó.
DA – Tus estadísticas con Murcia son 10 puntos, 3,3 rebotes y 1,5 asistencias. ¿Esperabas adaptarte tan bien al equipo?
JR – Para ser sincero, no sabía qué esperar cuando llegué aquí. Es difícil unirse a un equipo cuando ya está rodando y jugando muy bien. Sólo intentaba unirme y no estropear lo que ya tenían antes de llegar aquí, pero ellos me acogieron como si hubiese estado aquí desde el principio de temporada. Eso se nota mucho cuando salgo a jugar.
DA – Hace unas semanas jugaste la Final Four en Belgrado donde no hubo mucha gente. ¿Cómo fue tu experiencia en la Final Four con Murcia?
JR – No se puede culpar a la gente por no querer estar allí, viajar de Murcia a Belgrado es muy difícil y muy caro. A pesar de ello, fue muy especial para nosotros que algunos de ellos quisiesen hacer el viaje y gastarse el dinero. Creo que eso nos ha llevado a otro nivel, a querer devolver algo a la ciudad, como hemos hecho con la medalla de bronce. Cuando nos acercamos a los aficionados, se volvieron locos. Sentí que éramos uno.
DA – Gran parte de la plantilla, incluido tú, tenéis contrato para la temporada que viene. Con el mismo equipo de esta temporada, ¿cuál es el techo de UCAM Murcia?
JR – La temporada que viene va a ser un poco más difícil. Este año pasamos un poco desapercibidos. Los equipos no esperaban que UCAM Murcia fuese tan buen equipo. El año que viene no será así y los equipos tendrán que tomarnos en serio. Creo que el techo sería estar entre los tres primeros de la ACB y ganar la BCL. No nos conformamos con menos que eso.
DA – Si los playoffs se jugasen hoy, UCAM Murcia jugaría contra Unicaja. En una serie a cinco partidos, ¿podríais ganarlos?
JR – Por supuesto. No son tan superiores a nosotros. Se vió en la Final Four, estábamos ahí a falta de un minuto. Creo que fue más una cuestión de experiencia. Unicaja lleva un par de años con el mismo núcleo de jugadores.
DA – Ahora, me gustaría hablar de tu experiencia la temporada pasada en Valencia. La temporada pasada fuiste el tercer jugador más utilizado por Alex Mumbrú. ¿Por qué finalmente no continuaste en Valencia?
JR – Tenía contrato para jugar en Valencia Basket esta temporada pero la dirección deportiva quería ir en una dirección diferente. Ellos querían un jugador más anotador y yo no encajaba en esa necesidad para ellos, supongo. Así es el baloncesto a veces.
DA – ¿Entendiste por qué despidieron a Mumbrú?
JR – Sí, Valencia es un sitio difícil para jugar y también para entrenar. Las expectativas de la organización y de los aficionados son muy altas. A veces si no cumples esas expectativas, te dan un poco de tiempo y una vez que ese tiempo se acaba, tienes que ir en una dirección diferente para cumplir lo que querías cumplir. Siento que todo el mundo lo veía venir.
DA – La temporada pasada allí, el ambiente en el vestuario no era el mejor. ¿Cómo fue tu experiencia en el vestuario?
JR – Creo que muchas de las cosas que sucedieron se exageraron un poco. Cuando tienes una habitación llena de 12, 13 chicos que son realmente competitivos y tienen ese espíritu es normal que hayan roces y choques.
DA – No se si recordarás a Marcos, uno de los aficionados más fieles de Valencia Basket que me pidió si podía hacerte una pregunta.
Marcos Coll – ¿Cómo has sentido el cambio entre Turquía y España?
JR – Sí, me acuerdo de él, por supuesto. En Estambul se esperaban que como era un jugador un americano tenía que anotar todos los puntos y hacer cosas increíbles y cuando el equipo pierde te señalan con el dedo. No quiero decir que los aficionados de Estambul sean malos, solo que la cultura es muy diferente. Eso es algo que no he notado en Murcia. Aquí si se pierde no te señalan con el dedo, entienden que estamos construyendo y nos animan y acompañan para superar los obstáculos.
DA – Actualmente juegas con la selección de Montenegro. ¿Cómo está siendo tu experiencia?
JR – Nunca había estado en Montenegro. Llegué muy humilde y quería ser parte de lo que ya habían estado construyendo. Creo que el tener jugadores americanos en países pequeños como Montenegro iguala las cosas un poco, aunque algunos países como Serbia, por ejemplo, probablemente nunca tendrían a un estadounidense en su selección porque están muy orgullosos de su herencia.
DA – ¿Te gustaría volver a jugar en la Euroliga?
JR – Si, pero no a toda costa. Si vuelvo quiero asegurarme de que es la situación correcta y el equipo adecuado. No digo que Valencia fuera el lugar equivocado ni nada parecido, pero ese título de jugador de Euroliga no vale tanto como algunos le atribuyen. Ahora priorizo un lugar donde mi familia pueda vivir y ser feliz. Todavía soy joven y tengo unos cuantos años para tratar de volver allí.
DA – ¿Y a la NBA?
JR – Creo que sí. Para un chico estadounidense como yo, su sueño es jugar en la NBA, al igual que para muchos jugadores europeos su sueño es llegar a la Euroliga. Si llegara esa oportunidad, creo que tendría que ser una oportunidad muy mala para no aprovecharla.
DA – Si pudieses tener una conversación con algún personaje histórico, ¿con quién sería?
JR – Con Kobe Bryant. Era una persona muy sabia que realmente sabía lo que se necesita para ser grande incluso solo, también fuera del baloncesto. Siento que él tendría tantas cosas por enseñarme.
DA – Eres el director deportivo de Murcia y tienes que hacerte un equipo para jugar contigo, pero solo puedes elegir a jugadores con los que has jugado, ¿cuál sería?
JR – Yo jugaría de escolta y mi pareja en el exterior sería Jordan Hulls. De aleros cogería a James Webb III y a Dustin Sleva. Y de pívot cogería a Ethan Happ.
DA – ¿Y el entrenador?
JR – Odio tener que decir esto porque discutía mucho con el pero sería John Patrick, mi entrenador en Alemania. Cuando yo llegué a Alemania era un novato y el no confiaba mucho en los novatos, pero en el segundo año todo cambió.
Ese segundo año para mí fue el mejor que he tenido en mi vida jugando al baloncesto. Creo que el sacó lo mejor de mí probablemente de la peor manera posible. El era capaz de tocar la fibra sensible de algunas personas. El presionó esos botones en mí pero consiguió sacar lo mejor de mí.
Sito está cerca de convertirse en el mejor entrenador que he tenido. Él es un buen motivador pero de la forma correcta. El me inculca confianza como jugador, algo que siento que necesito. Veremos que más puedo ofrecer. Supongo que dependerá de como termine la temporada.
DA – ¿Qué consejo le darías a un niño o una niña que quiere ser jugador de baloncesto?
JR – Lo que siempre les digo a los nuevos jugadores, sobre todo cuando tienen 10 u 11 años, es que jueguen todo lo que puedan. Haz todo lo que puedas para saber realmente cuánto te gusta el baloncesto. También es importante tener metas de llegar a la NBA o a la Euroliga pero creo que te llevará más lejos hacer algo que disfrutes. No siempre tiene que ser baloncesto organizado, simplemente coge una pelota y juega con tus amigos.
DA – Este año se ha manifestado sobremanera el problema con el racismo en el deporte, sobre todo con Vinicius Junior. ¿Alguna vez has sufrido algún caso de racismo a lo largo de tu carrera?
JR – Yo personalmente no, o al menos no tan públicamente como fue con Vinicius Junior. Cuando eres jugador mucha gente te manda mensajes si pierdes un partido o si son fans del otro equipo. Que la gente se sienta tan cómoda diciendo cosas así es un problema.
Las redes sociales han facilitado todo esto porque no tienes que decirlo a la cara. Estoy seguro que reaccionarían de forma diferente si tuvieran que decirlo en persona. Me da pena que no se pueda hacer algo al respecto pero no voy a dejar que una persona con 10 seguidores, sin foto de sí mismo, me moleste como quiera.
DA – Si no hubieras sido jugador de baloncesto, ¿qué te hubiera gustado ser?
JR – Fui a la universidad para ser profesor de gimnasia. Me gustaba mucho enseñar a los niños nuevos deportes que podían practicar. Como decía antes, se trata de divertirse. Creo que si me retirara hoy, sería entrenador de baloncesto. Me gustaría trabajar con chicos de secundaria uno a uno, tratando de ayudarles a ser mejores.
DA – Si pudieras tener una conversación con el Jonah de 10 años, ¿qué le dirías?
JR – Le diría que no cambie nada de él mismo. Que no cambie lo emocional que era aunque no fuese tan bueno serlo cuando era tan pequeño. No era bueno ser como era, y soy. Yo me decía que debía seguir siendo yo.