Stats Perform
·1 de agosto de 2019
In partnership with
Yahoo sportsStats Perform
·1 de agosto de 2019
El nombre de Juan Pablo Carrizo está emparentado directamente con la etapa más negra de la historia de River . El hoy arquero de Cerro Porteño , casualmente el próximo rival del Millonario en los cuartos de final de la Copa Libertadores , fue quien defendió el arco durante la temporada 2010-11, que finalizó con el primer y único descenso del club de Núñez.
Luego de aquel triste capítulo, el hoy experimentado futbolista de 35 años pasó la mayor parte de su carrera en el fútbol italiano (Lazio, Catania e Inter), tuvo un corto ciclo en el Monterrey de México y, a principios del 2019, desembarcó en el Ciclón guaraní, donde consiguió afianzarse como una de las piezas importantes del equipo guaraní que ya se metió entre los mejores ocho del ocntinente.
El santafesino formado en las divisiones inferiores millonarias había debutado en Primera en 2006 y dos años más tarde fue una de las principales figuras del River campeón del Cholo Simeone. Fue por eso que los riverplatenses sufrieron con su transferencia a la Lazio, como así también celebraron su retorno un par de años después.
Sin embargo, aunque en aquel torneo en el que el Millonario perdió la categoría Carrizo tuvo algunas buenas actuaciones, varios errores puntuales en el cierre de la temporada, el rechazo en forma de empujón al Pato Fillol (en ese entonces ayudante de campo de Juan José López) tras un error ante San Lorenzo, sumado a su histórica imagen inundado en lágrimas tras perder la Promoción ante Belgrano, y su posterior regreso a Lazio -sin quedarse a jugar la B Nacional-, lo dejaron señalado para siempre como uno de los grandes responsables del descenso.
Meses atrás de confirmarse su regreso al Monumental, donde afrontará el choque de ida de los cuartos de la Libertadores 2019, el arquero habló de aquellos días difíciles y de cómo vivió el antes y el después de esa dolorosa situación. "Después del descenso, quise quedarme a pelearla, pero no pude por el contrato con la Lazio. Me vi obligado a dejar la imagen de que me importó un carajo todo, y no fue así. Me tuve que ir después del quilombo, en momentos que no eran buenos", explicó, en diálogo con FM Millenium, y agregó en la misma línea: "No estaba preparando al cien por cien para lo que me pasó cuando debuté en River y en la Selección. Fue todo tan de golpe que no llegué a disfrutarlo como debía. Creo que me comporté lo más profesional que pude, aunque a veces uno se encierra en su idea”.
Más allá de la opinión de muchos simpatizantes millonarios, Carrizo tiene claro su sentimiento por el club que lo formó como futbolista: "Nunca tuve malas experiencias con hinchas de River en la calle. River me marcó, ahí nació mi carrera. No tengo reclamos, ni en los peores momentos".