Kylian Mbappé da una vida más a Xabi Alonso en El Pireo (3-4) | OneFootball

Un fulminante triplete, el segundo más veloz de la historia de la UEFA Champions League, más un cuarto gol en el segundo tiempo de Kylian Mbappé, dan una victoria balsamica al Real Madrid en El Pireo. Olympiakos entro al partido con valentía, gol de Chiquinho mediante, pero se rindieron a la calidad del ’10’ blanco, a pesar de rebelarse a su destino tras el descaso con dos goles de Taremi y El Kaabi

El inicio de partido fue el que se esperaba. Olympiakos, impulsado por el fantastico ambiente del Georgios Karaiskakis, salió queriendo hacer valer la autoridad del local. Por su parte, el Real Madrid, que arrastra muchas dudas luego de sus últimos partidos, entro con cautela al partido. Y tal y como ocurre en la vida real, quien tiene dudas, acaba pagandolo. Chiquinho, exdelantero del FC Porto, hizo diana en la primera oportunidad que los de José Luis Mendilibar se aproximaron a la meta de Andriy Lunin.

El gol recibido, no hizo otra cosa que ahondar en los problemas del Real Madrid, especialmente con balón, ya que muy pocos jugadores se animaban a pedir la pelota. Esta situación, dejo la pelota en el tejado de Olympiakos, ¿ir a por el 2-0 o guardar la ropa?. De entrada, la respuesta fue ir por más. Chiquinho, estuvo muy cerca del doblete con un intencionado remate que obligo a trabajar de manera destacada, a Andriy Lunin.

El gol que no va a portería contraria, siempre vuelve a la tuya propia. Y en esta ocasión, por triplicado. En las tres primeras ocasiones que tuvo el Real Madrid, hizo diana por mediación de Kylian Mbappé. Andrew Dallas, colegiado escocés que estaba a los mandos del VAR, impidió que la discusión por los tres puntos acabara a los treinta y dos minutos, advirtiendo a Michael Oliver de un fuera de juego de Vinicius, cuando el brasileño, luego de una buena acción individual, marco. Desde el gol anulado, hasta el intervalo, el partido bajo de intensidad. Los de Xabi Alonso dominaban, pero sin encontrar a Mbappé y Vinicius, mientras que Olympiakos deambulaba por el campo, todavía aturdido por los goles recibidos.

Cuando el tramite del juego se encaminaba al encefalograma plano, Mehdi Taremi reabrió el discurso por los tres puntos con un cabezazo picado imposible para Andriy Lunin. Ni con el poker de Kylian Mbappé, pudo sofocar la rebelión de Olympiakos en el segundo tiempo. Cuando todo parecía perdido para los de José Luis Mendilibar, El Kaabi recorto distancias con un bello gol. El 3-4 nos dejo unos ocho últimos minutos electrizantes, en los que los jugadores de Xabi Alonso se llenaron de dudas, restando bastante valor a la victoria lograda, por su inutilidad para cerrar los partidos con oficio.