La afición del Barça dice basta, juega por decreto, Eric García es mucho mejor | OneFootball

El Barça perdió ante el Real Madrid, no fue un partido cualquiera, fue uno de esos encuentros que dejan un sabor amargo. El juego azulgrana no estuvo a la altura de lo esperado. La presión del rival, los errores individuales y la falta de claridad en ataque marcaron la diferencia, cada fallo se sintió como un golpe directo a la confianza del equipo.

Los aficionados no tardaron en expresar su preocupación. No es solo la derrota, sino la sensación de que el equipo no está sólido. La defensa, que normalmente debería transmitir seguridad, mostró grietas evidentes y ahí apareció un nombre que empezó a generar debate: Koundé.

Koundé, bajo la lupa

Koundé no ha tenido su mejor temporada, contra el Madrid, quedó claro que la banda derecha no es su territorio más seguro. Vinicius lo superó en varias ocasiones, creando situaciones peligrosas que el Barça no supo resolver. Los errores del francés no son aislados, esta temporada, su rendimiento ha dejado más dudas que certezas.

Koundé genera dudas en el Barça | Getty Images

El problema no es solo técnico, es también la confianza. Cuando un jugador se siente inseguro, los errores se multiplican y en partidos tan exigentes como el clásico, cada fallo se paga caro. La afición lo nota, lo comenta, y empieza a pedir soluciones.

Eric García, la alternativa

Muchos seguidores ya tienen un nombre en mente: Eric García. Para ellos, el defensa español transmite más seguridad. Su juego es más limpio, más claro, lee mejor las jugadas y rara vez pierde la posición.

Eric no es perfecto, pero ofrece consistencia. En un momento donde el Barça necesita reconstruir su defensa, la afición lo ve como la opción natural. Que se hable de él no es casualidad, el público empieza a exigir cambios y a cuestionar decisiones que parecen “por decreto”.

Eric García, clave en el esquema de Flick | Getty Images

Juego por decreto: un clamor popular

La sensación es que algunos jugadores juegan por su estatus, no por rendimiento. Koundé parece intocable en el once titular, a pesar de las dudas. La afición ya no lo acepta, pide meritocracia, quién rinde, juega, quién falla, tiene que dar un paso al lado.

Esta presión no es solo mediática, viene de la grada, de las redes, de los bares. El Barça es un club con una afición exigente, y saben cuándo algo no funciona. La paciencia tiene un límite, y ese límite se está acercando para algunos defensores.

Mirando al futuro

El clásico dejó una lección clara: el Barça necesita revisar sus prioridades. La defensa debe ser sólida. Cada jugador tiene que justificar su posición en el campo y Eric García, a día de hoy, representa esa seguridad que muchos extrañan.

Si el equipo quiere pelear por títulos y recuperar la identidad de juego, será necesario escuchar a la afición. Los errores de Koundé no pueden pasar desapercibidos. La exigencia es alta, y el Barça siempre ha sido grande por responder a ella.