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·1 de diciembre de 2025
La afición no perdona los 4 errores de Xabi Alonso en Montilivi: 'Difícil hacerlo peor'

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·1 de diciembre de 2025

El 1-1 del Real Madrid en Montilivi no fue un simple tropiezo. Un punto que en otro momento sería aceptable, pero que esta vez costó el liderato y colocó al Barça primero.
El encuentro dejó una sensación de frustración. El Madrid empezó con energía, dominó fases importantes y generó ciertas ocasiones, sin embargo, se fue apagando. El Girona creció, el ambiente apretó y el equipo blanco terminó encerrado en un partido que no supo cerrar.
Después del pitido final, la conversación no giró solo en torno a los fallos de los jugadores. Buena parte de las críticas cayeron sobre Xabi Alonso, cuyo plan en la segunda mitad desconcertó a muchos aficionados.
Arda Güler estaba siendo uno de los pocos jugadores capaces de ofrecer algo distinto. Daba fluidez, buscaba el pase vertical y encontraba espacios donde otros no los veían.
El cambio de Güler | Getty Images
Por eso, cuando Xabi decidió sustituirlo, la afición no lo entendió, el partido pedía creatividad. Pedía a alguien capaz de romper líneas y Güler era el que estaba cumpliendo ese papel, su salida dejó al equipo más plano y más previsible. Fue el primer movimiento que encendió las críticas y abrió la puerta a lo que muchos consideran “una gestión inexplicable”.
Durante buena parte del tramo final, el Madrid insistió en colgar balones al área sin tener a un rematador puro dentro. Gonzalo seguía en el banquillo mientras entraban centros sin destinatario claro.
Cuando por fin el delantero saltó al campo, apenas quedaban dos minutos. Apenas tuvo tiempo para marcar diferencias, y lo más extraño fue que entrara justo cuando salió Trent Alexander-Arnold, el mejor centrador del equipo.
El mensaje que recibió la afición fue contradictorio: se necesitan centros, entra un rematador, pero sale el jugador que mejor los pone. Las redes se llenaron de comentarios criticando la falta de coherencia en la gestión del final del partido.
Para cerrar la noche complicada, Xabi volvió a apostar por Rodrygo, que atraviesa un momento difícil y no consigue aportar lo que el equipo necesita. Su entrada no cambió nada y añadió más frustración entre los aficionados, que consideran que el jugador necesita un respiro.
La suma de todas estas decisiones ha llevado a un mensaje claro desde la grada y desde millones de pantallas: “Difícil hacerlo peor”. El Madrid pierde el liderato y, sobre todo, pierde confianza en su plan. Ahora toca reaccionar antes de que el golpe sea aún mayor.









































