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·24 de noviembre de 2024
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El FC Barcelona dejó escapar una victoria prácticamente asegurada ante el Celta de Vigo a cinco minutos del final del encuentro. La expulsión de Marc Casadó y el garrafal error de Jules Koundé en el primer gol de los locales condicionaron el partido de los culés. que vieron como los tres puntos se esfumaban en un tramo de dos minutos.
Sin embargo, el desarrollo del partido pudo haber sido muy distinto si el arbitraje intervenía en un momento específico. Y es que al minuto 40 del primer tiempo, Óscar Mingueza propiciaba un imprudente pisotón a Raphinha cuando el conjunto azulgrana iba 0-1 por delante en el marcador.
El árbitro no lo vio con claridad en directo y el VAR no le llamó para que revisara la acción, pese a que se trataba de juego brusco grave y ponía en peligro la integridad física del brasileño, puesto que el defensor celtista clavó los tacos en la parte trasera de su tobillo.
La acción pudo haber derivado en la expulsión de Mingueza y, con casi toda seguridad, cambiar el devenir del partido, aunque la desconexión del Barça en la recta final del encuentro, donde cometieron varios errores producto de la desconcentración, no se puede justificar, tal y como admitió Hansi Flick en la rueda de prensa posterior al choque.
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