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·19 de noviembre de 2025
La deuda pendiente de Simeone: el Balón parado

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El Atlético de Madrid volvió a entrenarse en Majadahonda con la mirada puesta en el próximo compromiso liguero frente al Getafe. Como es habitual, Simeone no dejó ningún detalle librado al azar y aprovechó cada minuto de trabajo para corregir aspectos que vienen preocupando al cuerpo técnico. El entrenador argentino no contó con Julián Álvarez, quien se ausentó por un cuadro de indisposición, ni con Juan Musso, que recibió permiso por motivos personales. Además, Oblak realizó ejercicios de manera individualizada y continúa siendo duda para el fin de semana.
A estas ausencias se sumó la falta de los internacionales españoles y de José María Giménez, quienes se incorporarán en el entrenamiento del jueves. Pese a ello, Simeone mantuvo su intensidad característica y puso el foco en uno de los puntos más débiles del equipo en esta temporada: las jugadas a balón parado. En los primeros minutos de la práctica, el técnico dedicó una larga sesión a ensayar córners y faltas laterales, tanto en ataque como en defensa.
El Atlético ha encajado siete goles en acciones de estrategia, una cifra que encendió las alarmas dentro del cuerpo técnico. Esta fragilidad defensiva también ha ido acompañada de una baja efectividad en las jugadas ofensivas, lo que llevó a Simeone a trabajar minuciosamente con Griezmann, Raspadori, Giuliano, Cardoso y Koke, buscando mejorar las posiciones, movimientos y ejecuciones en cada pelota detenida.
Para Simeone, la pelota parada siempre ha sido un recurso fundamental. No solo como arma ofensiva, sino también como un pilar defensivo que históricamente caracterizó a sus equipos. Sin embargo, en esta temporada el Atlético ha mostrado desconexiones y desatenciones que le costaron puntos importantes en LaLiga.
Ante este escenario, el entrenador colchonero sabe que la clave está en la concentración, el posicionamiento y la repetición. Por eso insistió con ejercicios detallados, buscando que cada futbolista entienda dónde ubicarse y cómo reaccionar en cada situación. El objetivo es claro: que el equipo llegue mejor preparado al tramo decisivo de la competición.
El duelo frente al Getafe será un examen inmediato. Un rival intenso, físico y acostumbrado a disputar cada pelota como si fuera la última. Simeone entiende que mejorar la pelota parada puede marcar la diferencia en partidos cerrados, especialmente cuando el Atlético no cuenta con todas sus figuras en plenitud física.
Con el regreso de los internacionales y la eventual recuperación de Oblak, el entrenador espera encarar el fin de semana con un plantel más completo y con mayor solidez defensiva. Lo trabajado en Majadahonda podría ser determinante para que el equipo recupere confianza y vuelva a mostrar la fortaleza que históricamente lo caracterizó.









































