Grada3
·23 de octubre de 2025
La FIA, atacada por un hacker: consigue información confidencial de todos estos pilotos

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·23 de octubre de 2025
La Fórmula 1 enfrentó este jueves una crisis inesperada fuera de las pistas. La FIA, la Federación Internacional de Automovilismo, ha sufrido un ciberataque que ha comprometido información sensible de varios pilotos, entre ellos Max Verstappen. El incidente demuestra que incluso las organizaciones deportivas más importantes pueden ser vulnerables a ataques digitales.
Como tal, lo que se ha sabido es que el hacker logró acceder a cuentas internas de la Federación. Y lo hizo obteniendo datos personales que incluyen historiales médicos, documentos de licencias y otros informes confidenciales de pilotos y personal vinculado a la competición.
Aunque la FIA no ha publicado el listado completo de afectados, el incidente ha generado preocupación en el paddock, ya que la información podría ser utilizada de manera indebida o incluso filtrada a terceros.
El impacto de esta brecha va más allá de la exposición de datos personales. Para los pilotos, la filtración de información sensible puede afectar su reputación, generar estrés adicional y complicar negociaciones contractuales. Los equipos, por su parte, podrían ver comprometida su estrategia deportiva si se divulgan datos internos sobre desarrollo de coches, rendimiento o planificación de carrera.
«Parecía que teníamos acceso total de administrador al sitio web de Categorización de Pilotos de la FIA«, ha señalado, el investigador de seguridad y atacante Ian Carroll.
«Detuvimos las pruebas tras comprobar que era posible acceder al pasaporte, currículum, licencia, hash de contraseña e información personal identificable de Max Verstappen. Se pudo acceder a estos datos de todos los pilotos de F1 con una clasificación, junto con información confidencial de las operaciones internas de la FIA. No accedimos a ningún pasaporte ni información confidencial y todos los datos han sido eliminados», ha apuntado Carroll.
Para la FIA, este incidente es un golpe a su credibilidad. La federación tiene que asegurarse de que la información esté protegida, mantener la integridad de la competición y demostrar que cuida la privacidad de pilotos y equipos. Además, podría enfrentarse a problemas legales si se comprueba que no cumplió con normas como el RGPD en Europa.
Aquí, y según informaciones como la de Crash.net, apuntan a un phishing (un tipo de ciberataque que suplanta la identidad de una persona o empresa) dirigido como método de entrada del atacante. Al acceder a las cuentas internas, el hacker pudo escalar privilegios y moverse por distintos sistemas sin ser detectado. Aquí, expertos en ciberseguridad destacan que fallos habituales, como sistemas antiguos sin parches, permisos internos excesivos o la ausencia de autenticación multifactor, aumentan la vulnerabilidad de cualquier organización, incluso de la FIA.
Tras descubrir el ataque, la FIA puso en marcha una investigación para saber hasta dónde llegó la brecha de seguridad. También notificó a las autoridades correspondientes y empezó a reforzar sus sistemas, revisando quién tiene acceso a qué información y protegiendo mejor los datos más importantes. La federación asegura que hará todo lo posible para que la información filtrada no se use de forma indebida y que mantendrá informados a los afectados sobre los riesgos.
Como decimos, esta filtración afecta sobre todo a pilotos como Max Verstappen, cuyo alto perfil mediático puede hacer que cualquier consecuencia se haga más visible. Además de la privacidad, los datos expuestos podrían influir en negociaciones con patrocinadores o en futuros contratos. Los equipos también tienen razones para preocuparse, pues la filtración de este tipo de información podría afectar la preparación de las carreras y el desarrollo de los coches.
El hackeo a la FIA es una alerta para toda la Fórmula 1. Los equipos manejan información muy sensible, desde telemetría y simulaciones hasta estrategias de carrera. Este incidente deja claro que la ciberseguridad es tan importante como la seguridad en pista.
Ante esto, la FIA y los equipos tendrán que reforzar sus sistemas y protocolos de protección de datos. La confianza de pilotos, patrocinadores y aficionados depende de ello, y cualquier nuevo fallo podría afectar seriamente la reputación del deporte.