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·3 de abril de 2024
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Athenea del Castillo, jugadora del Real Madrid femenino (0 títulos y 15 derrotas ante el Barça en 15 clásicos), ha conseguido divertir al vestuario del equipo femenino del FC Barcelona, que se apresta a revalidar sus títulos de LaLiga y la Champions League en las próximas fechas.
La jugadora del Real Madrid ha dicho en una entrevista a la agencia EFE que "nunca jugaría en el Barça, aunque fuera el único equipo que quedara en el mundo". Y las jugadoras del Barça le dan la razón. Es igual que fuera el único club que quedara en el mundoo no. Athenea del Castillo nunca podría jugar en el Barça, fundamentalmente porque no da la talla para jugar en el mejor equipo de Europa. Solo eso.
Y las chicas de Jonatan Giráldez, que conocen las limitaciones de la delantera madridista, porque la han "disfrutado" muchas veces, se han echado una risas a su salud. Como cuando el año pasado el Barça le pegó un repaso al Real Madrid, con una de esas goleadas habituales en el clásico siempre a favor de las mismas. Al término del partido a Athenea del Castillo le sentó muy mal que las jugadoras barcelonistas mostraran su satisfacción por haber apaleado al Real Madrid: "Ya llegará la final de la Champions y cambiaréis las risas por lágrimas", les dijo a varias jugadoras barcelonistas a pie de campo.
Llegó la final de la Champions League y las jugadoras del Barça siguieron felices y contentas después de superaer a su rival, al Wolfsburgo en la final. Y siguen contentas y felices después de leer su declaraciones mientras Del Castillo sigue sufriendo viendo cómo el Barça gana y gana y gana y vuelve a ganar mientras el Real Madrid pierde, pierde y pierde y vuelve a perder. Y eso son hechos, nio palabras.
Athenea Del Castillo vivió su momento de gloria cuando casi todas las jugadoras del Barça convocables para la selección se negaron a acudir a la llamada de Ángel Vilda si no se solucionaban una serie de irregularidades que impedían una convivencia pacífica en el seno de la selección.
Había muchos motivos para quejarse y las jugadoras del Barça dieron un paso al frente para exigir mejoras en el trato que recibían las internacionales femeninas. Y lograron su objetivo y volvieron casi todas a la selección (solo dos, Mapi León y Patri Guijarro, mantienen su postura de boicot a la selección). Fue entonces, sin jugadoras del Barça cuando Athena del Castillo tuvo su oportunidad. Ella aprovechó la ausencia de las titulares del Barça para acudir a la llamada del seleccionador en lugar de luchar por las mejoras del fútbol femenino.
Pero las "buenas" fueron volviendo paulatinamente a la selección y Athena del Castillo regresó al lugar que le correspondía, alejada de los focos, porque el nivel que las jugadoras del Barça marcan en la selección no está a la altura de cualquiera. Y menos de Athenea del Castillo, que en el último y reciente clásico, ofreció la cruda realidad de su nivel. Protestó mucho y ni se acercó por la portería del Barça pese a ser delantera. No da más de sí. Y ahora, igual que la zorra, que en la fábula ve las uvas muy altas e inalcanzables, renuncia píublicamente a ellas porque están verdes. Eso al menos es lo que dice ella.
Puede estar tranquila Athenea del Castillo. La realidad es que nunca jugará en el Barça porque no da la talla, ni deportiva ni humanamente, para hacerlo.