La UD Las Palmas reduce mucho su presupuesto | OneFootball

Miguel Ángel Ramírez está a punto de cumplir dos décadas como presidente de la UD Las Palmas. Con motivo de esta efeméride, el dirigente amarillo repasó en una entrevista concedida a Canarias7 su trayectoria al frente del club y ofreció algunas claves sobre la temporada que se avecina en Segunda División.

Una de las realidades más crudas del descenso es el fuerte impacto económico que supone. Según Ramírez, el presupuesto del club caerá de 75 millones de euros a 35: «La pasada temporada ya cerramos con un desfase de ocho millones que se equilibró con la venta de Moleiro, aunque el pago se hará en cuatro años. Esto nos obligará a gestionar tensiones puntuales de tesorería con creatividad y rigor», señaló.

Confianza plena del Presidente de la UD Las Palmas

Pese al panorama, el presidente se muestra confiado en la capacidad del club para adaptarse: «Tendremos que ser ingeniosos, valientes y profesionales. Nos ha tocado reinventarnos antes, y lo volveremos a hacer».

El recuerdo del descenso de 2018 también estuvo presente en la conversación. Ramírez fue claro al marcar diferencias con la gestión de entonces: «En aquel momento apostamos por fichajes que no funcionaron. Ni siquiera entramos en el play off. Hoy el fútbol demuestra que el colectivo pesa más que los nombres. El PSG ganó su primera Champions sin Mbappé, Messi, Neymar ni Ramos».

El conjunto canario busca el equilibrio

Para esta nueva etapa, el club se enfocará en un proyecto equilibrado, combinando juventud y experiencia: «La UD necesita futbolistas con hambre, sumados a la veteranía de nuestros jugadores consolidados y al talento de casa. Estoy convencido de que armaremos un equipo competitivo y que conecte con la afición».

El objetivo para esta campaña es claro y modesto: alcanzar cuanto antes los 50 puntos que aseguren la permanencia. Así lo dejó claro Ramírez con un mensaje directo a la afición: «No demos nada por hecho. Los partidos no se ganan antes de bajar del autobús. Esta categoría no entiende de historia ni de nombres. Hay que estar juntos en todo momento, también cuando cueste».