Laporta pasa al ataque: “El Real Madrid representa el poder y el Barça la libertad” | OneFootball

Joan Laporta ha aprovechado su participación en el foro de La Vanguardia para hablar del mal momento que atraviesan las relaciones con el Real Madrid. En un discurso firme y sin rodeos, Laporta ha defendido al Barça en un momento en el que las exigencias deportivas e institucionales del club deben convivir, además, con un escenario mediático cargado de tensión.

El presidente del Fútbol Club Barcelona mostró su lado más contundente al ser preguntado por su relación con Florentino Pérez y el papel del palco del Santiago Bernabéu en determinados movimientos empresariales. La respuesta de Laporta, muy medida pero cargada de intención, volvió a encender los focos mediáticos.

Laporta pasa al ataque: mensaje directo para Florentino y el Real Madrid

“El Real Madrid representa el poder y el Barça, la libertad”, afirmó Laporta, dejando clara la diferencia conceptual que, según él, separa a ambas instituciones. Aunque matizó que la relación personal con Florentino es “cordial”, también subrayó que existen “diferencias notables” entre ambos modelos de club.

La frase llega apenas una semana después de su respuesta a las palabras del presidente del Madrid en la asamblea del club blanco, donde Florentino insinuó que los títulos del Barça estaban bajo sospecha. Laporta replicó entonces con dureza: “El Real Madrid tiene barcelonitis y pánico del equipo que hemos construido”.

Durante la apertura de la última asamblea de socios compromisarios del Real Madrid, el mandatario 'merengue' cargó contra el conjunto azulgrana por su implicación en el 'caso Negreira': "Tampoco es normal que el Barcelona haya pagado, cualquiera que sea el motivo, al vicepresidente de los árbitros más de 8 millones de euros durante al menos 17 años. Tenía funciones importantes y es un periodo que coincide con los mejores resultados del Barcelona en nuestro país"

Laporta: Un presidente que sigue moldeando el relato del Barça

Laporta no rehuyó ninguna cuestión y volvió a demostrar su capacidad para dirigir el relato del club en momentos delicados. En plena convivencia entre obras, transición deportiva y exigencias competitivas, el presidente sacó pecho del proyecto, defendió la posición del Barça en los debates mediáticos y envió un mensaje que define su mandato: el club azulgrana como símbolo de libertad.

El discurso refuerza la idea de que el Barça quiere controlar su entorno, proteger a sus aficionados y construir una estructura sólida para la próxima década. En un contexto de rivalidad histórica con el Real Madrid, las palabras de Laporta vuelven a situar a ambos modelos en polos completamente opuestos: poder frente a libertad.