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·6 de octubre de 2025
Las claves de la derrota del Barça en Sevilla

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·6 de octubre de 2025
Un Barça penalizado por las bajas se enfrentó a un Sevilla distinto. Los blaugrana empezaron el partido andando, mientras que los locales, mucho más intensos desde el primer minuto, salieron lanzados, no especularon y no perdonaron. Esta fue la segunda victoria en ocho meses del conjunto hispalense en el Sánchez Pizjuán, y además llegó por goleada frente a lo que muchos consideran «el mejor equipo del mundo». ¿Cuáles fueron las claves de la derrota del conjunto de Hansi Flick?
El Sevilla jugó contra el Barcelona de manera muy similar a como lo hizo el Paris Saint-Germain. Ya lo dijo Almeida: «Si te encierras y dejas avanzar al Barcelona, te acaba haciendo daño». El equipo catalán es uno de los que mejor presionan de Europa. Pedri comentó antes del partido contra los parisinos que prefiere enfrentarse a equipos que se abren y juegan de tú a tú. Sin embargo, en estos dos encuentros contra rivales valientes, el Barça no ha conseguido imponerse. Además, los centrocampistas del equipo andaluz realizaron un trabajo excepcional con marcajes al hombre: Mendy, Sow y Agoumé anularon a Olmo, Pedri y De Jong.
«Si te encierras y dejas avanzar al Barcelona, te acaba haciendo daño», Matías Almeida, técnico del Sevilla
La defensa es con diferencia la línea más débil del Barça. Los errores individuales y la evidente fragilidad de la zaga han convertido este aspecto en uno de los problemas que más preocupa. El año pasado, el Barça ya recibía muchos goles, pero era un equipo que te los devolvía y mostraba un juego coral en defensa. Cubarsí e Iñigo Martínez se entendían a la perfección y eso daba estabilidad. La afición, además, se lo pasaba bien con cada victoria trepidante y con los fueras de juego provocados.
Araujo, durante una acción del partido. Fuente: FC Barcelona
Este año, Pau Cubarsí, con sólo 18 años, sigue siendo joven para asumir el papel de líder de la defensa. Su compañero es Araujo, un futbolista que genera más dudas que certezas, y que ya ha cometido errores decisivos en partidos importantes, como contra el Inter la temporada pasada o frente al PSG hace dos campañas.
Si bien en la segunda parte el Barça recibió dos goles, la verdad es que estuvo claramente mejor que en la primera. Los culés salieron con una cara distinta tras el descanso: cuando entraron Eric García y Balde, jugaron con ritmo y más intensidad.
El futbolista de Martorell estuvo muy fino, como siempre. Hizo varias conducciones y pases interiores con criterio, muy inteligentes y con intención. Pese a los goles del final, a la hora de corregir la posición en defensa lo hizo bastante bien. Balde, por otro lado, dejó en evidencia que es mucho más seguro que Gerard Martín. Este equipo lo necesita. Además, provocó el penalti que falló Lewandowski. Aunque Roony Bardghji no estuvo nada acertado —y sus fallos hicieron que todos los culés se tiraran de los pelos—, su participación fue mucho mayor que la de Ferran Torres.
Ferran Torres estuvo desaparecido contra el Sevilla. Fuente: FC Barcelona
Uno de los problemas surge de que el Barça tiende a buscar siempre a su mejor jugador, Lamine Yamal, y cuando él no está disponible, o cuando Pedri no encuentra líneas de pase… puede pasar factura. Bienvenido sea siempre contar con un futbolista como el de la Rocafonda, lo mejor que le podría pasar a este Barça, y si además se suma un brasileño enchufado como Raphinha, todavía mejor. Un equipo de este nivel, no obstante, no puede permitirse excusas por la ausencia de un jugador.
Contra el Sevilla, ni Lamine ni Raphinha estuvieron sobre el césped, y los jugadores parecían no saber qué hacer ni con quién jugar. Al menos, Rashford convence y está cubriendo con solvencia la banda izquierda. Sin embargo, cuando Lamine no está disponible, el equipo pierde a menudo un punto de referencia ofensivo.
Rashford fue uno de los mejores jugadores del Barça. Fuente: FC Barcelona
La afición culé se enamoró del técnico alemán la temporada pasada por su estilo de juego. Pero este sistema no funcionará para siempre. Quizás en el próximo partido sí; quizás el Barça gane la Champions con el mismo planteamiento… hasta que no pase, no lo sabemos.
Lo cierto es que contra el Sevilla no salió bien: la defensa adelantada, arriesgar hasta el milímetro… pues el equipo de Flick se llevó cuatro. Si Flick quiere seguir apostando por este estilo, necesita que sus jugadores mantengan la máxima intensidad los 90 minutos. De lo contrario, los rivales te acaban pasando por encima. Mil veces le ha dado resultado, por supuesto, pero nada es perfecto ni funciona eternamente.
Es hora de que el entrenador prepare una alternativa: no para abandonar su idea, sino para enriquecerla, para tener más registros, más formas de competir y más soluciones cuando el plan principal no alcance.
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