
Iniestazo
·30 de marzo de 2025
Líder intratable, a pesar de los árbitros

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·30 de marzo de 2025
65 horas después de vencer a Osasuna y recuperar la condición de líder en solitario, el Barça volvió a saltar al césped del Lluís Companys, en esta ocasión para enfrentarse al Girona. Derbi catalán que evocaba malos recuerdos para la parroquia azulgrana. La temporada pasada, los de Míchel vencieron en Montjuïc por 2-4, un global de 8-2 en los dos enfrentamientos de Liga entre culers y ‘blanc i vermells’. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, pero lo cierto es que este líder más bien calienta. Sin el brillo de otros partidos, los de Flick golearon para mantenerse arriba del todo de la clasificación y con una ventaja de 3 puntos sobre el Madrid.
Horario de siesta en domingo, además con el cambio de hora reciente. Era de aquellos contextos que ya de por sí comportan un juego más denso de lo habitual. El Barça tuvo el control en todo momento, aunque le costó ser punzante ante un Girona bien colocado atrás. Fermín López, novedad en el once, fue el jugador que más lo intentó durante la primera parte. El del Campillo provocó un penalti que el árbitro decidió no pitar. Decisión surrealista de Pulido Santana, que después de señalar falta sobre el 16, acudió al VAR, instado a corregir y señalar pena máxima. Por sorpresa e incomprensión de los locales, decidió no pitar nada y rebotar la falta, que pasó a ser en ataque.
El comportamiento del colegiado descuadró los planes. El Barcelona monopolizó el balón, pero amenazó poco. Fermín, pero, se pareció negarse a que el encuentro se marchase con empate al descanso. Forzó otra falta, esta vez fuera del área y en el lateral. Lamine la picó y tras rebotar en la mano de Ladislav Krejčí, se coló en la portería de Gazzaniga. Gol trascendental justo antes del entretiempo, aunque, la alegría se evaporó pronto. Danjuma empató para el Girona al poco de la reanudación. Una imprecisión entre Ronald Araujo y Robert Lewandowski en salida de balón que no dudó en castigar el neerlandés, definiendo con precisión ante Szczesny.
Los de Míchel entraron mejor en el segundo tiempo y con el empate en el marcador parecían poder amenazar al Barça. Pero, el equipo de Flick volvió a acudir al espíritu campeón que le está caracterizando esta temporada. Cuando peor lo pasa, golpea. Lewandowski marcó un doblete para despejar cualquier duda, cazando un balón en el área tras un cabezazo apurado de Fermín. El segundo del polaco fue fruto de una transición comandada por Frenkie De Jong, hoy actor secundario. El neerlandés entró en la segunda parte y dejó 24 minutos de gran fútbol. Conduciendo el balón, no hay ningún centrocampista en el mundo como él, y el equipo lo necesita.
Ferran Torres cerró la goleada. Cameo acompañado con gol del tiburón, que convierte minutos residuales en reivindicación cada vez que salta al campo. El liderato sigue intacto, por mucho que algunos se empeñen en querer cambiarlo.