Nacional Es Pasión
·18 de agosto de 2025
¡LLEGÓ LA HORA! . .

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·18 de agosto de 2025
Por : Juan Felipe Velásquez Echavarría.
Atlético Nacional empató 2-2 frente a Fortaleza CEIF en el Atanasio Girardot, por la séptima fecha de la Liga BetPlay II-2025. Fue un partido que dejó sensaciones encontradas: por un lado, la aparición salvadora de Marlos Moreno, que evitó una derrota en casa; por otro, la confirmación de que la plantilla actual no ofrece las garantías necesarias para competir con la misma seriedad en dos frentes.
El primer gol llegó por accidente: un autogol insólito de Jhon Balanta al minuto 21, que adelantó a Nacional en el marcador sin merecerlo demasiado. Pero lo que debía ser un impulso terminó convirtiéndose en un espejismo. Fortaleza reaccionó y golpeó con fuerza: al 36’ empató Emilio Aristizábal, hijo del ídolo Víctor Hugo, un tanto que dolió el doble por el apellido y por el cariño que la tribuna tiene hacia su familia. Apenas tres minutos después, Yesid Díaz firmó el 1-2 tras una asistencia magistral de Andrés Ricaurte, silenciando al Atanasio y dejando en evidencia la fragilidad de un equipo alterno que no encontraba respuestas.
El premio llegó al minuto 80: Alfredo Morelos envió un centro preciso y Marlos Moreno apareció con un cabezazo impecable para poner el 2-2 definitivo. Fue el gol del alivio, más que de la celebración. Moreno, aunque todavía no está en plenitud física, demostró que su categoría como campeón de América sigue intacta y que, en la liga local, puede desequilibrar con su gambeta y su talento natural.
El segundo: la defensa preocupa. La lesión de César Haydar, uno de los refuerzos de este semestre y principal alternativa en la zaga, se convierte en una alarma seria para el cuerpo técnico. Con un calendario apretado y una serie internacional por jugar, perder variantes en la línea de atrás puede costar demasiado caro.
El tercero: el equipo depende de la jerarquía individual de sus figuras. No hay un funcionamiento colectivo consolidado que permita suplir las ausencias. Cada vez que Nacional necesita resolver, la responsabilidad recae sobre los mismos nombres.
Este empate debe servir como advertencia. Nacional no puede darse el lujo de repetir la tibieza ni de depender exclusivamente de individualidades. La Libertadores exige concentración, carácter y un rendimiento colectivo a la altura de su historia.
La cita contra São Paulo es la verdadera prueba de fuego. Nacional no puede fallar. Los hinchas lo saben, el plantel lo sabe y la historia lo exige. El empate en Liga queda atrás: ahora comienza la serie que definirá si este 2025 será recordado como un año de frustraciones o como el año en que Nacional volvió a hacerse grande en el continente.