Da igual la pelota
·15 de septiembre de 2025
Los mejores momentos de la jornada 4 de LaLiga

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·15 de septiembre de 2025
Las jugadas, sorpresas y protagonistas que marcaron el fin de semana en LaLiga en la jornada 4 de LaLiga EA Sports.
El Real Madrid se quedó como líder en solitario de LaLiga en una noche marcada por la inspiración de Kylian Mbappé… y por una jugada que cambió el rumbo del encuentro. Superada la media hora, Dean Huijsen cometió un error propio de su juventud: Oyarzabal le ganó la carrera desde el centro del campo y, sin otra salida, el defensa optó por agarrarlo. Gil Manzano no lo dudó y mostró la roja directa, a pesar de que Militao aparecía en la cobertura. Ni las protestas de los jugadores ni de Xabi Alonso hicieron que el VAR revisara la acción. Con uno menos, Mbappé asumió el protagonismo y en la segunda parte el Madrid se protegió como pudo para mantener su pleno de victorias.
El duelo entre Barcelona y Valencia tuvo un escenario insólito: el estadio Johan Cruyff. Con el Camp Nou aún en obras y Montjuïc descartado, solo unos pocos pudieron presenciar la goleada culé. Apenas 6.000 personas en las gradas: quienes pagaron entradas VIP de 1.500 euros y los socios que ganaron un sorteo. Muchos aficionados se quedaron fuera buscando un billete imposible, mientras dentro Fermín firmaba dos goles y una asistencia, Raphinha respondía a su suplencia con un doblete, Lewandowski se sumaba a la fiesta y Pedri ejercía de líder. La ovación más emotiva fue para Marc Bernal, que volvió a jugar casi un año después de su grave lesión.
Nico González no pudo tener mejor carta de presentación con el Atlético de Madrid. En un partido grande, ante el Villarreal revelación del inicio de temporada, el canterano respondió con entrega y con un gol de pura fe. Al centro desde la derecha de Marcos Llorente, Nico atacó la pelota con decisión, superó en el salto a Mouriño y cabeceó a la red para desatar la euforia en el Metropolitano. Simeone pedía un futbolista de ese perfil y Nico lo demostró desde el primer día: compromiso y hambre de éxito.
El regreso de Ez Abde con el Betis no pudo ser más decisivo. Tras lesionarse en la final de la Conference League, volvía en un partido que parecía perdido: el Levante ganaba 2-0 antes de los quince minutos. Antony tiró del equipo y el Cucho Hernández recortó con un gran disparo, pero el empate llegó gracias a una genialidad de Abde. Ingresó en el 72’ y en menos de diez minutos inventó una asistencia de lujo: encaró por la izquierda, amagó con el cuerpo y, con un toque sutil, colocó el balón en la cabeza de Fornals. Un gesto de calidad que rescató un punto cuando el panorama era negro.
El Girona llegó a Balaídos necesitado de un respiro tras tres derrotas consecutivas. El equipo de Míchel dio síntomas de mejora y parecía tener la victoria al alcance. Vanat se estrenó con gol, Gazzaniga se redimió con paradas clave… pero en el minuto 89 apareció la jugada maldita. Daley Blind derribó a Javi Rueda dentro del área en una acción innecesaria: un balón dividido, mal perfilado, que no traía mayor peligro. Borja Iglesias transformó el penalti y dejó al Girona sin el premio que ya acariciaba.
Autor: Manuel Carmona
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